lunes, mayo 6, 2024

El mercado ya vaticina una nueva devaluación: ¿cuándo será?

Para no volver a los niveles de comienzos de diciembre, el gobierno se verá obligado a devaluar muy fuerte en marzo.

El recién asumido gobierno de Javier Milei en poco tiempo aplicó un plan de shock con el fin de buscar un nuevo equilibrio de precios. Dicha estrategia se basó en liberar precios, aumentar las naftas, desregular mercados, hacer recortes en el gasto público y subir algunos impuestos. Todo esto se hizo con el objetivo de corregir distorsiones de manera rápida. A su vez, como no podía ser de otra manera, toda la estrategia tiene un punto central que fue haber empezado con una gran devaluación, superior al 100%, en la cual el dólar pasó de 370 pesos a 800.

Este plan de shock intenta ahorrar tiempo, sin medir las consecuencias sociales, de actividad o productivas que pudiera tener, sino que busca, en su mirada, alinear todas las variables para relanzar una nueva dinámica económica, la cual promete traer prosperidad en el mediano y largo plazo. Ahora bien, el plan económico tiene muchos problemas que vale la pena considerar, ya que empieza a mostrar una fuerte acumulación de inconsistencias internas que no le presagian lo mejor.

¿Cuáles son los costos de una devaluación?

Uno de los puntos que deben considerarse son los recién nombrados costos económicos y sociales que implica el plan. Por un lado, tras la devaluación y las diversas medidas tomadas, el programa está generando una fuerte aceleración inflacionaria que presagia subas de precios mensuales superiores al 30% para el corto plazo. Esto va a implicar, como pretende el programa, una licuación del gasto estatal y de los pasivos monetarios (sobre todo las lequics) para poner en orden las cuentas fiscales (en el Gobierno) y cuasi-fiscales (en el Banco Central). Pero, por el otro, también implica una fuerte licuación salarial, en las jubilaciones e ingresos, lo que está deprimiendo el consumo. Además, los recortes también harán caer la actividad económica. Por lo tanto, si la inflación proyecta acelerarse fuertemente, el derrumbe económico puede implicar valores de entre 5 y el 8% para el año próximo.

El Gobierno habla que este ciclo de estanflación durará entre 18 y 24 meses, teniendo una alta inflación y un marcado derrumbe económico. Con lo que la conflictividad social seguramente aumente, los reclamos sindicales se multipliquen y la gobernabilidad pueda ponerse en duda.

Pero si los problemas sociales y políticos nos permiten abrirnos algunos interrogantes, no podemos dejar de esquivar los problemas económicos. Señalemos tan solo cuatro de los más importantes que el mercado ya empieza a vislumbrar.

El primero es el de la consistencia fiscal. Pues, de aplicarse el programa fiscal hasta ahora anunciado (con recortes de gastos y subas de impuestos) en torno a los 5 puntos del producto, eso hará que la actividad caiga a niveles mayores que eso, dado que el derrumbe salarial arrastrará todavía más al consumo y a la actividad. Por lo tanto, con un nivel de actividad mucho menor al actual, la recaudación tendrá una base bastante menor que no permitirá, tal cual se calcula, alcanzar la meta presupuestaria proyectada. Así, seguramente será necesario aplicar más adelante un nivel de ajuste todavía mayor para lograr el tan mentado superávit en el Estado.

El segundo gran problema, tal vez el mayor de todos, es el cambiario: porque la alta inflación inicial que se está generando va a generar que en apenas tres meses el nivel de la suba de precios supere el 100%. Es decir, en términos reales, la devaluación realizada ya al iniciar marzo retornará a los valores de comienzos de diciembre (momento en que Milei decía que el dólar estaba atrasado). Para subsanar esto, el gobierno, entonces, como ya descuenta el mercado, deberá hacer una nueva corrección cambiaria.

El tercer problema resulta de lo anterior: si la dinámica inflacionaria, como todo lo proyectado, se empieza a ubicar en niveles superiores al 30% mensual para el primer trimestre, la devaluación de marzo no podrá ser del 20 o 30%, pues tan solo le durará la ganancia de competitividad real allí un mes. Pero si esa devaluación es entonces del orden, supongamos del 50%, para que dure un poco más de tiempo, la inflación seguirá acelerándose.

Dólar: ¿Cuándo volverá a devaluar el gobierno de Javier Milei?

Como vemos, para no volver a los niveles de comienzos de diciembre, el gobierno se verá obligado a devaluar muy fuerte en marzo. Pero es aquí donde surge el cuarto problema: hacer eso terminará de consagrar los niveles de inflación en un régimen realmente alto. El gobierno supone que el ancla fiscal o la cruda recesión desatada serán, igualmente, paliativos frente a la espiralización y evitarán así que la inflación se siga acelerando. La pregunta, de todos modos, es si tendrá la tolerancia social para lanzar otra fuerte y agresiva devaluación en marzo como estará obligado a hacer o un nuevo paquete de recorte fiscal.

Sabemos que Javier Milei tiene como horizonte de su programa repetir el gobierno de Menem. Pero si las inconsistencias económicas no son consideradas y la situación social se descuida, tal vez su presidencia termine por parecerse no tanto a la de Menem sino la de De la Rúa. Por lo tanto, para evitar que la gobernabilidad o el conflicto social y sindical escalen, será vital revisar las importantes inconsistencias que el programa económico aplicado ya nos deja ver.

AF.

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