viernes, marzo 29, 2024

El proyecto de un misionero es ejemplo para más de 300 ejecutivos en Buenos Aires

Matías Sebely, de la ciudad de Alem, además de ser el fundador de «De La Finca» una empresa familiar misionera, es el creador del proyecto “Comida por un dólar”: una idea destinada a satisfacer en forma urgente y permanente las grandes necesidades alimenticias y nutricionales que existen en todos los lugares del mundo, tanto en pequeños y alejados poblados como también en las grandes urbes.

Participó como orador en la segunda edición del Hackaton Naves, en el IAE Business School, en Buenos Aires, una jornada de dos días, donde se realizan exposiciones y charlas con diferentes oradores que enseñaran sus proyectos y sirven de estimulo a las nuevas ideas de quienes asisten.

Los alumnos son más de 300 ejecutivos de empresas, que se sumergen en el ecosistema emprendedor para idear soluciones que generen un impacto positivo y multiplicador en la sociedad, y los invitan a encontrar soluciones concretas en tres áreas de interés social: educación, finanzas y vivienda sustentable.

“El objetivo de estas charlas es estimular la creatividad y enriquecer el proceso de desarrollo de nuevas ideas, fue una linda experiencia para mi poder compartir todo lo que construimos desde COMIDA POR UN DOLAR, servir como testimonio para emprendedores de todo el país y que nos tomen como ejemplo en el área de innovación social” dijo al respecto sobre su participación del evento.

El proyecto de un misionero es ejemplo para más de 300 ejecutivos en Buenos Aires

¿Qué es comida por un dólar?

Es un proyecto ideado por emprendedores misioneros destinado a satisfacer en forma urgente y permanente las grandes necesidades alimenticias y nutricionales que existen básicamente en todos los lugares del mundo.

Su nombre, hace referencia al precio de cada porción de los productos que ofrecemos . Apuntamos a brindar acceso a la alimentación sabrosa, nutritiva y saludable a un bajo costo.

Apunta a brindar soluciones a dos problemas graves de la población local y mundial: la falta de alimento y la creación de puestos de trabajo. Pero además involucra el concepto de ambiente sano y saludable, desde la perspectiva de mantener viva la actividad en las chacras y los poblados rurales, donde se fomenta la permanencia de plantaciones agroecológicas, producciones sustentables y amigables con el medio ambiente, que se han transformado en un refugio verde que todavía no ha sido colonizado por el cemento, el ruido, el smog y la contaminación ambiental de las urbes, tal como sigue siendo la provincia de Misiones en toda su extensión.

Este proyecto lleva intrínseco el espíritu misionero, pensado en la población joven de la provincia, en la necesidad de alimentación nutritiva en los próximos años, en ser una fuente generadora de empleo para las poblaciones locales y además un emprendimiento que se proveerá de las chacras misioneras, conservando el espíritu emprendedor de los pioneros de estas tierras.

Política y económicamente, la idea representa un beneficio económico para el agro de Misiones, pero, a la vez, un logro político anhelado hace mucho tiempo por todos y cada uno de los sucesivos gobiernos que han pasado: dar alimentación nutritiva y económica, dar trabajo y dar riqueza a los productos de la chacra misionera. Más aún cuando se piensa en las potencialidades de este producto, surgido de las picadas de tierra colorada, que puede llegar a alimentar a las grandes masas humanas en conflictos sociales o situaciones de crisis y/o necesidad, en los rincones más recónditos del mundo, así como también en grandes ciudades urbanas que necesitan alimento casero, rico y rápido de preparar, que conserve todas sus cualidades (aroma, sabor) y una presentación liviana, accesible y perdurable.

Alternativa de alimentación accesible:

Sus características de ser un alimento nutritivo, de liviano peso, económico y no perecedero (hasta en un plazo de 20 años) hacen de este proyecto una oportunidad inigualable para ser considerado como una alternativa destinada a alimentar grandes masas humanas carentes de comida que se encuentren atravesando situaciones de guerras, conflictos sociales, desastres naturales, migraciones y otro tipo de eventos desafortunados que desgraciadamente se reiteran en el Mundo entero.

Así como puede ser una alternativa para las Naciones Unidas, pensando en implementarlo a gran escala, también está pensado para adaptarlo fácilmente a las necesidades de menor escala, tales como el programa Hambre Cero, que se desarrolla en la provincia de Misiones con el objetivo de eliminar la desnutrición de su población. Un sobre de “Comida por un Dólar” no requiere de elementos de cocina, cubiertos, fuego ni espacios para cocinar. Solamente un recipiente y agua caliente para ser preparado y servido. No hace falta saber cocinar. De ahí a la potencialidad de su éxito.

Organismos públicos, empresas privadas y asociaciones civiles pueden utilizar este producto con claros beneficios sociales, económicos y políticos, logrando brindar una de las soluciones que más demanda tienen en la población contemporánea: comida rica, nutritiva, barata y con preparación fácil y rápida.

El proyecto de un misionero es ejemplo para más de 300 ejecutivos en Buenos Aires

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