El gobierno Nacional salió a celebrar los números y resaltó que, en lo que va del año, el resultado primario representó el 1,1% del PBI.
El superávit fiscal primario creció 41% interanual en julio, en términos reales, por lo cual en los primeros siete meses de 2025 representó cerca del 1,1% del Producto Bruto Interno (PBI). Sin embargo, el Tesoro tuvo déficit financiero, debido a la estacionalidad de los pagos de intereses de la deuda.
El Ministerio de Economía informó este lunes que la balanza fiscal dio un resultado primario positivo de $1.749.386 millones, pero un "rojo" financiero de $168.515 millones. Esto último se debió a los vencimientos de los Bonares y Globales (títulos públicos emitidos durante la gestión de Martín Guzmán en el Palacio de Hacienda) que, netos de tenencias intra sector público significaron unos $1.917.901 millones.
"Dados los vencimientos de los cupones semestrales de intereses de los títulos Bonares y Globales, tanto en enero como en julio se registra, relativo al resto de los meses del año, una elevada erogación por intereses", explicó el ministro Luis Caputo en su cuenta de X. En términos concretos, la cifra fue 247% superior a la del promedio mensual registrado entre febrero y junio.
En cuanto al superávit primario, el incremento anual se explica tanto por la caída del gasto público (-1,3%) como por la suba en la recaudación (+2,8%).
En lo que va del año, los ingresos totales descendieron un 1% real, versus el mismo período de 2024, mientras que el gasto primario creció un 3,6%. En consecuencia, si bien el saldo fue positivo para las arcas del Estado Nacional, fue un 25% inferior al del año pasado.
Asimismo, considerando a los intereses de la deuda, el superávit se redujo un 10% anual, a precios constantes, desde los $3.499.128 millones hasta los $3.147.000 millones.
Caputo resaltó que "la consolidación del equilibrio fiscal" le permitió al Gobierno reducir la carga tributaria, en línea con la promesa a su electorado, mediante por ejemplo la eliminación del Impuesto PAIS, la baja de retenciones (en este caso parcial, y temporal para algunos productos), la reducción de percepciones aduaneras en IVA y Ganancias, y la disminución de impuestos vinculados al comercio exterior.