El té argentino, con Misiones como epicentro de su producción, avanza firmemente hacia los mercados globales con una estrategia basada en calidad, sostenibilidad y origen. Tras recibir la Indicación Geográfica (IG) Té Argentino , el sector refuerza sus esfuerzos con el respaldo de expertos internacionales, apuntando a posicionarse como símbolo de excelencia en el comercio mundial.
En el marco del programa AL-INVEST Verde DPI , liderado por la Unión Europea, productores y elaboradores locales recibieron mentoría de los consultores Luis Samper y Mauricio Hernández, colombianos especialistas en marketing colectivo y sostenibilidad. Este programa, que abarca países del MERCOSUR, tiene como objetivo fortalecer cadenas de valor mediante el uso estratégico de Indicaciones Geográficas, destacando la autenticidad de los productos asociados a su lugar de origen.
Durante un reciente taller en Oberá, se trabajó sobre los atributos únicos del Té Argentino: su carácter antioxidante, la inocuidad garantizada, su rica historia y el entorno biodiverso donde se cultiva. Este evento Reunión a actores clave del sector industrial y comunitario, subrayando la importancia de la Indicación Geográfica como motor de diferenciación y pertenencia colectiva.
La subsecretaria de Desarrollo y Producción Vegetal de Misiones, Luciana Imbrogno, destacó los beneficios económicos de la IG, como un reintegro adicional del 0,5% en exportaciones. Este reconocimiento no solo garantiza protección legal y autenticidad, sino que también impulsa a los productores hacia un modelo que combina identidad local, innovación y competitividad internacional.
El camino del té misionero continúa en diciembre con un seminario en Brasil, consolidando su presencia global y su apuesta por el desarrollo sostenible.