Bajo el argumento de que las cotorras argentinas son una especie invasora que “amenaza el ecosistema y la seguridad de los habitantes” de Madrid, el Ayuntamiento de la capital española lanzó en octubre pasado una campaña para exterminar las aves , que se multiplicaron por los parques de la ciudad. El gobierno conservador de Madrid anunció ahora que el plan se mantiene pero con un mayor presupuesto: de cien mil euros pasa a tres a millones.
El plan anunciado se pondrá en marcha en octubre de este año y tiene previsto durar hasta septiembre de 2022. El objetivo es cazar y sacrificar unos 12 mil ejemplares de cotorras argentinas y de Kramer. Lo que moviliza a la oposición socialista es el costo: si antes se pensaba unos 7 euros por cotorra, el costo presupuestado salta a 272 euros.
Alfredo González, del PSOE, definió el costo del programa como “disparatado” y recordó que en 2017 se había barajado un proyecto que insumía 50 euros del erario público por ejemplar. “Anunciar ahora una cifra treinta veces mayor muestra o la improvisación de entonces o lo disparatado de ahora”, afirmó en declaraciones a El País de Madrid.
Desde el gobierno madrileño del Partido Popular, una vocera salió a decir que el cálculo original por cotorra era preliminar y que a la cifra actual se arribó tras un estudio con expertos. Además, el presupuesto de 100 mil euros contemplaba “la forma más barata” de exterminar las aves, mientras que ahora “se han establecido unos sistemas técnico-científicos menos dolorosos y cruentos” y el plan no se agota en el sacrificio, sino en el control de la población. Por ello, habrá labores de captura, apeo de nidos y retirada de restos, así como control veterinario, además de sacrificar a las aves.
SEO/BirdLife es la organización que se asoció con el gobierno municipal y consideró “importante y generosa” la cifra destinada para lo que el biólogo Juan Carlos del Moral, integrante del grupo, llamó “retirada de la libertad”. Este recordó que en 2015 su organización había censado a las cotorras y recomendado que se tomaran medidas, dado que en España la Ley de Biodiversidad habla de erradicar las especies invasoras.
Del Moral precisó que hay unos 3 mil nidos de cotorras en Madrid, que es “complicado” cazarlas y que los nidos están en diversos lugares, como parques públicos, cuarteles militares y casas particulares, con lo que se dificulta la captura. En El País afirmó que se trata de animales “tremendamente listos y sociales y se avisan entre ellos, por lo que se si captura a uno de una bandada ya no se logrará cazar a otro en semanas”.
El contrato de licitación para terminar con las cotorras habla de una reducción del 90 por ciento en la población de cotorras hasta quedarse con 1300 ejemplares, a los que se aplicará control de natalidad para evitar su reproducción masiva. Hace quince años, Madrid tenía unas 1700 cotorras, y en 2019 se calculó la población en 13 mil.
Se considera que como aves exóticas amenazan a la fauna autóctona, en especial a los gorriones, y que transmiten enfermedades a otros animales y a los seres humanos. Además, los nidos pueden pesar más de 50 kilos, con lo que se los considera un riesgo, si bien no se registraron accidentes con personas, salvo roturas de ramas por el excesivo peso.
El carácter de aves exóticas implica que no queda otra opción que el sacrificio. La captura de los especímenes se hará de noche, con jaulas y cañones lanza redes, previo retiro de los pollitos y los huevos que pueda haber en los nidos. Los huevos se esterilizan con sustancias que eliminan los embriones y se vuelven a colocar para que la cotorra siga incubando: si se los retira, la cotorra vuelve a poner huevos.
No se sabe cómo se hará el sacrificio, ya que el Ayuntamiento dejará en manos de la empresa que gane la licitación la forma de matar a las cotorras. Sin embargo, ya se advirtió que “se llevará a cabo por métodos que no contravengan la normativa sobre bienestar animal”. El riesgo es que la firma elija el método más barato, aun en contra de la normativa.