miércoles, abril 24, 2024

Esperanza de vida: según investigaciones 150 años es el máximo al que podemos aspirar

Diversas compañías tecnológicas, algunas célebres y otras apenas conocidas, se han propuesto “hackear” a la muerte o, en otras palabras, estirar lo más que se puede la vida del ser humano. Esas investigaciones se topan con un obstáculo las personas no se actualizan igual que una computadora o un teléfono. Nuestro hardware tiene un límite.

Las conclusiones de un estudio reciente echan por tierra cualquier esperanza para la confección de un elixir para la vida eterna o, cuanto menos, más extensa en relación al promedio actual. De acuerdo a los investigadores de la empresa Singapur Gero, el máximo al que podemos aspirar es 150 años por mucho que avance la ciencia.

Publicado en la revista Nature, el estudio nota que la capacidad del cuerpo humano para restaurar su equilibrio se desvanece invariablemente con el paso del tiempo. Incluso si llevamos una vida con pocos factores estresantes, aquel declive establece la esperanza de vida entre los 120 y los 150 años. De este modo, si alguna enfermedad o accidente no nos mata, esa pérdida gradual de resiliencia lo hará.

Un límite preestablecido

Tal como nota la publicación Scientific American, la pregunta central de estudio es cuán larga podría ser la vida de un sistema humano libre de enfermedades, estrés y/o circunstancias externas que conducirían a la muerte. ¿Las conclusiones? Hay un ritmo de envejecimiento que, invariablemente, se traduce en un límite imposible de superar.

Los investigadores examinaron a más de 500.000 personas en los Estados Unidos, Rusia y el Reino Unido. Analizaron variables de salud y actividad física, y dividieron a los grupos por edad. De ese modo encontraron un patrón: a medida que aumentan los años, subyacen factores (no relacionados a una enfermedad específica) que conducen a una disminución de la capacidad de recuperación.

Según los datos recogidos, en promedio una persona de 80 años necesita tres veces más tiempo para recuperarse del estrés que alguien de 40 años.

Los expertos notan el sentido de los resultados: una persona sana y joven puede producir una respuesta fisiológica rápida para adaptarse a los cambios y restaurar la normalidad. Por lo demás, los autores dieron cuenta de factores sociales que reflejan los hallazgos. “Observamos un giro pronunciado alrededor de la edad de 35 a 40 años que fue bastante sorprendente”, comentan. Señalan que aquel período suele ser el momento en el que termina la carrera de un deportista y que allí hay “una indicación de que algo en la fisiología realmente puede estar cambiando a esta edad”.

La persona que más años vivió fue Jeanne Calment, que murió a los 122 años. Como fuere, siguiendo la opinión de Jay Olshansky, un experto en bioestadística consultado por la fuente mencionada, el enfoque no debería estar en vivir más tiempo, sino en vivir más saludablemente durante más tiempo.

Fuente: TN

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