La Expo FiPyME realizada en Posadas dejó un balance claro: en un escenario económico cambiante, las empresas cuentan hoy con un abanico de herramientas financieras más amplio que nunca para sostener su crecimiento y competitividad.
El encuentro, organizado por la Agencia para el Desarrollo Económico de Misiones (ADEMI) junto al Banco Macro y el Gobierno provincial, reunió a más de 150 asistentes, 15 empresas expositoras y 10 disertantes.

La jornada puso de relieve que el financiamiento empresario en Misiones ya no se limita a la banca tradicional. Entre los temas tratados se destacaron las alternativas del mercado de capitales, como los cheques de pago diferido, los pagarés bursátiles y los fondos comunes de inversión, instrumentos que amplían el acceso al crédito, mejoran la liquidez y generan nuevas oportunidades para el sector privado.
En este marco, el Estado provincial reforzó su rol con dos herramientas clave:
- Fondo de Crédito Misiones: consolidado como motor de acompañamiento técnico y financiero para emprendedores y PyMEs, con líneas accesibles y adaptadas a la realidad local.
- FOGAMI (Fondo de Garantía Misiones): recientemente presentado, facilita el acceso al crédito mediante avales crediticios y documentarios. Permite que empresas con menor capacidad de respaldo ingresen al sistema financiero, tanto en bancos como en el mercado de capitales, utilizando mecanismos como el descuento de cheques y pagarés garantizados.
La Expo FiPyME dejó como conclusión que el futuro de las PyMEs misioneras dependerá de su capacidad para diversificar fuentes de financiamiento y aprovechar la sinergia entre lo público, lo privado y el mercado de capitales.

En este sentido, la agenda de ADEMI se perfila como estratégica para acercar a emprendedores y empresarios a estas oportunidades, impulsando un ecosistema financiero más inclusivo, innovador y competitivo.
Con un balance altamente positivo, el encuentro no fue solo una vidriera de opciones, sino un punto de inflexión: Misiones comienza a proyectarse como una provincia donde la articulación entre Estado, entidades financieras y sector productivo convierte el financiamiento en una verdadera palanca de desarrollo económico.
