El docente, escritor y creador de campañas solidarias, Fabián Bautista, se convirtió en uno de los referentes sociales e influencers más influyentes de Misiones después de que una simple publicación sobre un niño llamado Mateo se volviera viral y captara la atención de medios de distintas partes del país. Su tarea, que comenzó sin pretensiones, hoy moviliza a cientos de personas dentro y fuera de la provincia.
Nacido en Comandante Andresito, Bautista volvió a su pueblo porque quería ejercer y reconstruir algunas vocaciones que había dejado en pausa, según comentó en diálogo con el streaming de Códigos. Tras 8 años como director de una escuela, retomó la escritura y, casi sin buscarlo, se encontró incursionando en la comunicación digital. Contó que abrió su Instagram solo para compartir momentos de la familia y del trabajo, sin imaginar la repercusión que llegaría después.
“Jamás pensé que iba a pasar esto”, explicó al recordar que todo cambió cuando filmó a tres camiones cargados con yerba mate y, en medio de esa escena, apareció Mateo en una bicicleta deteriorada. “Escuché ese ruido metálico y me llamó la atención. Nunca lo había visto. Fue totalmente casual”. A partir de ese encuentro, su video se expandió rápidamente y medios porteños lo tomaron como noticia. “De un día para el otro explotaron las redes”, expresó.
Ese reconocimiento lo impulsó a iniciar su primera colecta: zapatillas para estudiantes rurales. “Pensé que no iba a poder. Ese día una chica de España me escribió y me donó 600 dólares. Sentí que era una señal”. El crecimiento fue tal que en solo 24 horas recibió más de cinco millones de pesos en aportes, motivo por el cual decidió evitar manejar dinero de manera personal y canalizar la ayuda directamente a los beneficiarios.
Hoy continúa organizando campañas. En ese sentido, comentó que “un día me habló una señora y me dijo que tenía 16 bicicletas nuevas para donar. Después aparecieron más. Cuando me di cuenta eran 23”. El impacto del caso Mateo fue tan grande que incluso Canal 13 de Buenos Aires coordinó un móvil especial para cubrir la entrega de la bicicleta restaurada del niño, una muestra clara del alcance nacional que tomó la historia.
Aunque su trabajo recibe elogios, también enfrenta críticas. “Cuando vos ves a un chico con zapatillas nuevas o a un padre durmiendo en una casa digna, ahí entendés que vale la pena”. Uno de los casos más conmovedores es el de César, un hombre con discapacidad visual que vivía en condiciones muy precarias junto a un arroyo. Gracias a la colaboración de la comunidad consiguieron un terreno, construyeron una vivienda y ahora están finalizando su baño. “Es imposible hacerlo solo. La gente es la que hace gigantes estas historias”.

Cadena positiva de solidaridad
Su trabajo también impulsa a otros. “Hay personas que quizás tienen dificultades, pero igual ayudan con una alegría que contagia. Es una cadena positiva”. Camioneros, comerciantes y vecinos se suman donando tiempo, transporte, materiales y esfuerzo, fortaleciendo cada proyecto solidario.
Desde Misiones, Bautista continúa con su misión diaria de acompañar a quienes más lo necesitan. Aunque admite estar reorganizando su actividad, anticipa que podría formalizarla en poco tiempo. “Seguramente habrá una Fundación Mateo”, adelantó.
En cada una de sus acciones, el escritor reafirma que las redes sociales también pueden ser una herramienta para transformar realidades. “Somos humanos, me equivoco muchas veces, pero trato de usar esas herramientas para hacer el bien”.
La historia de Bautista refleja cómo una acción inesperada puede generar un impacto mayor al imaginado. Él mismo suele remarcar que “esto no lo hace una persona sola, lo hace la gente”, una idea que resume el modo en que encara cada campaña. Más allá de la repercusión que obtuvo, su enfoque "sigue puesto en resolver necesidades puntuales y sostener proyectos que aporten mejoras concretas a quienes acompaña", concluyó.
