Desde hoy, las principales compañías de telecomunicaciones en Argentina implementarán un segundo ajuste anual en los servicios de internet, televisión por cable y telefonía móvil. Las subas oscilarán entre el 2,9% y el 3,6%, según la empresa y el tipo de servicio contratado, y se suman a los otros aumentos programados.
Este ajuste responde a la liberalización del sector, que quedó oficialmente desregulado en abril de 2024, tras la derogación del decreto 690/2020 a partir de la presidencia de Javier Milei.
A partir de esa decisión, los servicios de telecomunicaciones dejaron de ser considerados esenciales y sujetos a control estatal, como lo habían sido durante la administración de Alberto Fernández, que había implementado un esquema tarifario controlado en respuesta a la pandemia.
Con la desregulación, las empresas ahora tienen libertad para ajustar las tarifas según sus necesidades comerciales y el contexto económico, lo que marca un cambio significativo respecto a los años anteriores.
Por qué aumentan las telecomunicaciones
El decreto 302/2024, que modifica el esquema regulatorio de las telecomunicaciones, marcó un cambio radical para los usuarios de internet, telefonía móvil y televisión por cable en Argentina.
El Gobierno decidió derogar la norma de la gestión anterior que regulaba los precios de estos servicios y permitió que las empresas de telecomunicaciones establezcan sus tarifas de forma libre, siempre y cuando los precios sean “justos y razonables” y cubran los costos operativos, según lo estipulado en el decreto.
Con esta modificación, el mercado de las telecomunicaciones se liberó de la intervención estatal que regía desde la gestión de Alberto Fernández, y que había sido puesta en vigor debido a la declaración de estos servicios como esenciales durante la pandemia.
El artículo de la normativa que impedía que las empresas fijaran precios sin supervisión gubernamental fue eliminado, por lo que el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) ya no podrá intervenir en los precios de los servicios.
