Son las víctimas colaterales. Sólo en lo que va del año, lo sufrieron al menos 40 chicos. Y son más de 3.500 en la última década. Historias de los que atraviesan este drama.
Algunos las vieron morir. Otros se escondieron bajo la cama, para no mirar. Están los que no se acuerdan de los abrazos de su mamá, los que aún ignoran que el asesino fue su papá. La definición dice que son “víctimas colaterales”. Fueron 3.378 entre 2008 y 2017. Fueron más de 300 en 2018. Son al menos 40 en lo que va de 2019. En todo ese lapso el promedio es de un caso cada 26 horas. Son los hijos e hijas que se quedaron sin madre porque las asesinaron -la mayoría de las veces- sus propios padres.
La asociación civil La Casa del Encuentro contabilizó que más de 3.000 mujeres fueron asesinadas en la última década. Desde el Observatorio de las Violencias de Género “Ahora que sí nos ven”, de Marea Feminista Popular y Disidente, dan más cifras. Dicen que en lo que va de 2019 hubo 54 Femicidios: 51 de mujeres y 3 vinculados de hombres y niños. Y que al menos 42 hijos e hijas quedaron huérfanos.
Los relevamientos se hacen en base a noticias que salen en los medios de comunicación, por eso varían un poco. Las cifras oficiales tardan en llegar. La Casa del Encuentro también marca que siete de cada diez de estos hijos e hijas son menores de edad. Otros ya son adultos.