La lluvia se produjo cerca de las 17, cuando el termómetro llegaba a los 33°C. Tras las precipitaciones, la temperatura se redujo a 23,5° C, un alivio para los ciudadanos posadeños que en los últimos días viven jornadas de intenso calor.
Para lo que resta de la jornada no se esperan más precipitaciones.
Las temperaturas agradables durarían solo este sábado, ya que para el domingo se espera un clima caluroso, con una máxima de 35°C.