viernes, marzo 29, 2024

Halloween: cuatro mitos y leyendas que no te dejarán dormir

Halloween, el evento también conocido como «Noche de Brujas», se celebrará en Argentina el próximo domingo 31 de octubre. En este sentido, muchos argentinos festejarán el sábado por la noche con las más típicas tradiciones.

Si bien, por lo general, las personas deciden optar por pasar un buen rato junto a dulces, disfraces y películas de terror, sus orígenes no son tan alegres.

Todo comenzó con la fiesta que Irlanda realizaba durante el cierre de la temporada de cosechas. Allí, se le daba comienzo al «año nuevo celta» coincidiendo con el solsticio de otoño, donde los espíritus de los muertos podían caminar entre los vivos.

Sobre el uso de las máscaras, se creía que estas podían ahuyentar a los espíritus malignos que podían a travesar la línea que une al mundo de quienes aún están con vida y quienes ya no están.

A continuación, cuatro mitos y leyendas que no te dejarán dormir

La leyenda de Jack O’ Lantern

Cuenta la leyenda del folclore irlandés de cómo un granjero llamado Jack O’Lantern, engañó al mismísimo Diablo haciéndolo subir a un manzano y plantando cruces a su alrededor para que no pudiera bajar. Al final Jack hace un pacto con el Diablo, y le libera a cambio de que éste no pudiera llevarse su alma.

Cuando Jack muere, no puede ir al cielo por ser un pecador, ni tampoco al infierno ya que el Diablo no puede llevarse su alma, por lo que vaga errante en la oscuridad eterna, iluminando su camino con una brasa del infierno que nunca podría apagarse, regalo burlón del Diablo. El granjero introdujo la brasa en una hortaliza ahuecada construyendo la linterna que le daría nombre.

Conmemorando esta leyenda, los niños tallaban faroles de fuego en vegetales que abundaban en las cosechas irlandesas como nabos y remolachas. Con la migración irlandesa a Norteamérica, y al no haber abundancia de nabos y remolachas, los niños tuvieron que sustituirlas por calabazas, vegetal muy abundante en el nuevo mundo.

Zugarramurdi y la quema de brujas

Las brujas han tenido durante siglos la exclusividad del noviazgo con el diablo, un ramalazo histórico que probablemente se asentara con el paso de los siglos gracias a la herencia de los celtas.

Con la llegada en la Edad Media del poder absoluto de la Iglesia Católica, y con ella el tribunal de la Santa Inquisición, la medicina natural y el culto a la naturaleza y a los espíritus de los bosques se transformaron en herejía y sinónimo de muerte.

Y esto fue lo que sucedió realmente con las famosas brujas de Zugarramurdi: una conspiración. A primeros de noviembre de 1610 se condenaron a morir en la hoguera a doce mujeres acusadas de brujería por sus propios vecinos, más concretamente por una joven que se mudó al pueblo y aseguró haber participado en ritos paganos.

Tal fue la obsesión del inquisidor Salazar y Frías con este tema, que provocó una especie de paranoia en la localidad, repitiéndose innumerables acusaciones de brujería entre los vecinos.

Todo ello llevó a la muerte de doce inocentes, siete en la hoguera y cinco por suicidio en la propia cárcel, pues algunos preferían el suicidio antes que ese horrible final. A pesar de haber reconocido el error años después, el mito ya estaba creado.

Verónica frente el espejo

La historia cuenta que una niña llamada Verónica participó en una sesión de Ouija sin tomarse en serio la invocación, y fue asesinada en extrañas circunstancias delante de todos los participantes.

Según una de las versiones, ya que la historia varía según el lugar en el que se escuche, una silla salió volando por la habitación y golpeó a la joven por la espalda, ocasionándole la muerte. Otra versión apunta que fueron unas tijeras las que salieron volando y provocaron la muerte de la joven por apuñalamiento. Lo que es común a todas es el ritual que conlleva esta historia. Según la profecía, si pronuncias el nombre de Verónica tres o nueve veces, con un libro -que suele ser la Biblia- y unas tijeras abiertas, se aparece el fantasma de la joven detrás de tu reflejo y te mata.

Otra de las versiones más extendidas entre los amantes del más allá es que el espejo se empaña y aparece la fecha de tu muerte, que en muchas ocasiones, es ese mismo día. También, se dice que al pronunciar Verónica frente al espejo cierto número de veces, las puertas y ventanas de la habitación se cierran y la figura de una joven te acaba asesinando.

La niña de la curva

En España, el suceso paranormal protagonizado por esta joven se ha ubicado históricamente en varios puntos geográficos: de la localidad sevillana de Sanlúcar la Mayor al municipio ibicenco de San Antonio. Una noche de espesa niebla, un joven iba conduciendo por una carretera desconocida. Las luces del coche alumbraban lo poco que se dejaba ver a su paso pero, de repente, una muchacha vestida de un blanco impoluto apareció a un lado de la calzada.

Al verla en el suelo inmóvil y lastimada, el conductor interpretó que grave estado y decidió parar para invitarla a subir. Pero no todo era lo que parecía.

La misteriosa joven accedió a subir al asiento de atrás del automóvil, aunque sin mediar palabra. Durante el recorrido, el conductor intentó entablar conversación sin éxito hasta que, de pronto, la chica dijo: «Cuidado con la curva. Ahí morí yo».

El joven, creyendo que era una broma, se giró hacia la chica y descubrió con estupor que ya no había nadie en el asiento. De inmediato y aterrorizado confirmó que sólo estaba él, junto a la curva. Nada de lo que había visto y había sucedido, realmente había ocurrido.

Fuente: Ámbito

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