Los agentes de la Aduana notaron que tres pasajeros paraguayos estaban acalorados pese a que tenían el aire acondicionado del auto encendido. Al revisar el equipo, se encontraron con la mercadería valuada en más de $3 millones.
Efectivos de la Dirección General de Aduana lograron evitar el contrabando de más de 60 teléfonos celular de última tecnología en Puerto Iguazú. Según se consignó, se trataba de equipos que tres ciudadanos de Paraguay intentaban ingresar al país de manera irregular.
El episodio que terminó con los sospechosos imputados comenzó cuando una balsa proveniente del país vecino amarró en la Terminal Fluvial de Puerto Iguazú. Tras el descenso de los vehículos, el personal aduanero comenzó con los controles de rutina. Cuando llegó el turno de un auto Toyota color gris, un detalle llamó poderosamente la atención de los agentes: el aire acondicionado del coche.
Mientras los funcionarios del organismo realizaban las preguntas de rutina a los tres pasajeros, notaron que estaban muy acalorados y que el aire acondicionado del vehículo estaba encendido, pero que no enfriaba.
De acuerdo con lo que se informó, el personal de la Aduana decidió indagar sobre el inconveniente técnico del auto y con una linterna alumbraron la rejilla por la que debería salir el frío. Cuando iluminaron el artefacto observaron un brillo que se reflejaba en un papel. Ante la extraña situación decidieron hacerle caso a su instinto y procedieron a desarmar ese sector del auto.