El Reducido de la Primera Nacional incorporó un giro inesperado tras la decisión del Tribunal de Ética de la AFA de suspender por 30 días a Walter Otta, director técnico de Deportivo Morón, justo cuando el equipo pelea por llegar a la final por el ascenso a la Liga Profesional. La sanción le impide ingresar a vestuarios, ocupar el banco de suplentes o desempeñar cualquier función relacionada a la conducción del plantel.
El origen del expediente está vinculado a supuestas declaraciones atribuidas al entrenador, difundidas en medios y redes, en las que habría insinuado que enfrentar a Deportivo Madryn significaba chocar contra sectores de poder del fútbol argentino. Apenas circularon esas versiones, Morón salió a desmentirlas con firmeza, calificándolas de información falsa y denunciando “operaciones nefastas” destinadas a ensuciar la competencia.
Pese a la desmentida del club, la AFA avanzó con la suspensión preventiva mientras investiga si las frases existieron realmente. Como consecuencia, Otta no podrá dirigir en la revancha ante Deportivo Madryn en Chubut, ni estaría habilitado para una eventual final del Reducido, salvo que el organismo revierta la medida antes de ese encuentro.
La institución del Oeste informó que su equipo jurídico ya trabaja para reunir pruebas que demuestren que las declaraciones no existieron o fueron adulteradas. También destacó la trayectoria profesional del técnico, a quien describen como respetuoso y ajeno a cualquier tipo de agravio público. Aun así, el caso se volvió más complejo cuando reaparecieron declaraciones pasadas en las que Otta había insinuado irregularidades en partidos de Madryn, especialmente luego de un reclamo arbitral frente a Colón. El conflicto deja a Morón en una posición delicada: afrontar instancias decisivas sin su conductor principal y bajo un clima de creciente tensión.
