La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) actualizó sus proyecciones y anticipó un crecimiento menor para la Argentina en 2026. El organismo estima que la actividad económica avanzará un 3% y que la inflación anual alcanzará el 17,6%, lo que implica un escenario más ajustado respecto de sus cálculos previos.
Las nuevas estimaciones representan un recorte de 1,3 puntos porcentuales en la expectativa de crecimiento y un incremento de 1,1 puntos en la previsión inflacionaria respecto a su evaluación anterior. La revisión refleja un panorama más exigente para la economía local en el próximo año.
Al contrastar estas cifras con las proyecciones oficiales incluidas en el proyecto de Presupuesto 2026, se observan diferencias significativas, ya que el Gobierno prevé un avance del PBI del 5% y una inflación cercana al 10%. La OCDE, por su parte, contempla un escenario más moderado.
Para el año en curso, el organismo también ajustó sus números. Calcula que la economía crecerá 4,2%, por debajo del 4,5% estimado anteriormente, mientras que la inflación se ubicaría en 41,7%, por encima de la proyección previa. Estas variaciones responden a un contexto marcado por presiones cambiarias y un ritmo de actividad más débil de lo esperado.
De cara a 2026, la OCDE señala que la inversión y las exportaciones serían los principales motores del crecimiento, favorecidas por un entorno más amigable para los negocios, regulaciones menos pesadas y un sector energético y minero con fuerte dinamismo. Sin embargo, advierte que persisten vulnerabilidades macroeconómicas y un nivel de incertidumbre que limita una recuperación más robusta.
El organismo remarca que la mejora fiscal reciente se ha logrado mediante moderación del gasto y un incremento de la recaudación, aunque considera necesarias nuevas reformas para sostener la disciplina fiscal y, al mismo tiempo, reforzar el crecimiento potencial. También apunta que la política monetaria deberá seguir siendo restrictiva para consolidar la reducción de la inflación.
A nivel global, proyecta que el crecimiento mundial se desacelerará del 3,2% en 2025 al 2,9% en 2026, para luego repuntar al 3,1% en 2027. Aun así, anticipa que las economías asiáticas emergentes continuarán liderando la expansión internacional, mientras que la mejora más adelante en 2026 dependerá de condiciones financieras más favorables, menores presiones inflacionarias y un menor impacto de los aranceles sobre la inversión y el comercio.