La pérdida del poder adquisitivo por el conexto económico nacional comienza a reflejarse con fuerza en las principales ciudades del país. En el caso de Posadas, varios comercios cerraron sus puertas en los últimos meses, mientras que importantes cadenas de supermercados reducen personal para achicar costos. En este escenario adverso, la incertidumbre reina con la caída del consumo y modifica los hábitos de compra de las familias.
En ese contexto, el Mercado Modelo “La Placita” también percibe la retracción en las ventas, aunque mantiene expectativas de repunte por el movimiento propio de fin de año. Los rubros más dinámicos, como juguetería por los regalos navideños y ropería por las fiestas, se preparan para captar el escaso poder de compra que aún circula en la ciudad. Con 68 años de historia, el predio continúa siendo un clásico de la capital provincial y habitual punto de encuentro de compradores.
El delegado del sector de ropería y locatario, Gustavo Ruiz, reconoció que el cierre de año llega con un escenario complejo: “Las ventas están bajas, como en todos lados. Cada comercio está buscando la forma de atraer clientes y cerrar bien el 2025”. Aun así, confía en el flujo habitual que se da en diciembre, incluso en períodos de crisis: “La gente se mueve un poco más usando otros medios de pago; tenemos esperanza de que vengan al Mercado Modelo”.

Ruiz comentó a Códigos que implementan estrategias para sostener el movimiento, como sorteos de electrodomésticos para incentivar las compras. También remarcó que la competencia con Paraguay no es determinante en este momento debido al costo de traslado y la situación económica: “El gasto para cruzar solo vale si comprás muchas cosas, y hoy no da para hacer grandes compras en Encarnación. La asimetría no es competencia”.
El delegado describió un panorama general donde las familias ajustan gastos y recurren al crédito para llegar a fin de mes: “Llega el 29, no salió el sueldo pero cerró la tarjeta, y la gente se endeuda otra vez para el mes siguiente”. Pese a ello, señaló que aún reciben compradores del interior y defendió la competitividad del sector: “Tenemos mejores precios que el centro y que Paraguay. Camisas de vestir para la recepción se consiguen a 18, 20 o 22 mil, no lo encontrás en ningún lugar de Posadas”.
En el mercado funcionan 253 locales, aunque la actividad reducida hace que muchos sean atendidos por sus dueños. Ruiz advirtió sobre la necesidad de recorrer el predio para evitar precios elevados en algunos puntos: “A veces la gente se queda en los locales de la entrada donde se cobra más caro. Después no vuelven más y culpan a todo el mercado por unos pocos”.

Respecto al desempeño del rubro, sostuvo que, pese a la caída general del consumo, la ropería consigue mantenerse: explicó que no registran grandes volúmenes de venta, pero logran sostener la actividad y continuar trabajando a pesar la crss económica nacional.
La mirada desde otro sector llega de la locataria María Eva Duarte, quien también apuesta al movimiento festivo pese al difícil contexto. “Siempre hay venta; por ahí un día más, otro menos, pero tenemos turismo y cuando hay actividad en Posadas el mercado se llena”, expresó. Para estas semanas, el sector incorporó nueva mercadería para fidelizar clientes.
Duarte sostuvo que la temporada de verano impulsa la demanda de prendas livianas y accesibles, sobre todo para niños y mujeres, y destacó la variedad de precios: “Hay shortcitos desde 5.000 y muchas remeras y musculosas a buen valor”. A pesar de las dificultades económicas, mantiene el optimismo tradicional de La Placita: “La crisis ya la vivimos varias veces. Sobrevivimos porque somos gente de trabajo y nos ajustamos. Vamos a seguir apostando a que las cosas mejoren”.








