Cada año, durante la primera semana de agosto, se conmemora la Semana Mundial de la Lactancia Materna, una oportunidad para visibilizar la importancia de esta práctica en la salud y el desarrollo de bebés y niños pequeños.
A pesar de los amplios beneficios que ofrece, se estima que solo el 40% de los lactantes de entre 0 y 6 meses se alimenta exclusivamente con leche materna.
Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Sociedad Argentina de Pediatría recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, y su continuación junto a otros alimentos hasta los dos años o más.
La última encuesta nacional sobre lactancia materna, realizada en 2022 por el Ministerio de Salud de la Nación, relevó más de 20.000 casos en todo el país. De ese total, el 91,7% de los niños de entre 0 y 6 meses fue amamantado, aunque solo el 53,2% recibió leche materna de forma exclusiva durante ese período.
En cuanto a la continuidad de la lactancia, los datos muestran una mejora: el 80,6% de los niños recibió leche materna hasta los 12 a 15 meses, lo que representa un avance en relación con mediciones anteriores.
El inicio de la lactancia es clave. Cuando las condiciones de salud lo permiten, se aconseja el contacto piel con piel entre madre e hijo apenas nace el bebé. Ese momento, conocido como “período sensitivo”, ocurre en las primeras dos horas de vida y favorece la primera toma espontánea, el reconocimiento del olor materno y el fortalecimiento del vínculo.
Desde el Centro Médico Taliano explican que para la madre, la succión del bebé estimula la producción de leche gracias a la liberación de oxitocina, lo que contribuye a una lactancia más sostenida en el tiempo.
La leche materna es un alimento completo: contiene proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas, minerales, y también anticuerpos que ayudan a proteger al bebé de enfermedades como diarreas, infecciones respiratorias, otitis o asma. Además, favorece la digestión, el desarrollo del sistema digestivo, mejora la salud bucal y está asociada a un mejor rendimiento cognitivo en la infancia.
Cuando la madre necesita retomar sus actividades o volver al trabajo, la planificación cumple un rol central. Armar un banco de leche en casa permite sostener la lactancia incluso durante su ausencia. Desde el mismo centro médico destacan que esta estrategia es una herramienta eficaz para garantizar que el bebé reciba los beneficios de la leche materna más allá de las circunstancias. Promover, proteger y apoyar esta práctica no solo impacta en la salud de madres e hijos, sino también en la de toda la comunidad.