jueves, mayo 9, 2024

Los reclamos que llevaron los gobernadores a la Casa Rosada en la cumbre del Pacto de Mayo

El cónclave fue convocado por el Gobierno y contará con representación de todas las provincias. Los mandatarios escucharán, pero también agitarán agendas locales.

Tras semanas de duro fuego cruzado y en un escenario de desconfianza mutua, los gobernadores de todo el país peregrinarán hoy hasta la Casa Rosada para reunirse con Nación, como parte del Pacto de Mayo convocado por el presidente Javier Milei durante la apertura de sesiones ordinarias.

El cónclave comenzará a las 15 y será presidido por el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, dos de los arquitectos de la estructura del Gobierno de Milei. Por su parte, los 24 distritos del país estarán representados, aunque no acudirán todos los jefes provinciales.

Si bien el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, había participado en el armado de la convocatoria, no estará en la reunión ya que viajó a República Dominicana para disertar en una cumbre del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Los reclamos de los gobernadores: realidades distintas

A la ausencia con aviso de Alfredo Cornejo, quien participan de una feria minera en Canadá, se sumó en las últimas horas la del formoseño Gildo Insfrán (enviará a su vice) y la del santafesino Maximiliano Pullaro, que se quedará en su provincia por la ola de violencia narco que azota a Rosario. Tampoco será de la partida Ricardo Quintela (La Rioja), enfrentado frontalmente con La Libertad Avanza (LLA).

Gustavo Valdés (Corrientes); Carlos Sadir (Jujuy); Leandro Zdero (Chaco); Claudio Poggi (San Luis); Ignacio Torres (Chubut); Rogelio Frigerio (Entre Ríos); Marcelo Orrego (San Juan) y Jorge Macri (Ciudad) estarán en el cónclave. El grupo amarillo se mueve cohesionado y, tras diferentes reuniones virtuales y charlas de WhatsApp, logró consensuar una postura unificada para discutir.

Las fuerzas provincialistas, por su parte, también estarán representadas. El principal exponente es el peronista no K Martín Llaryora, de Córdoba, junto al Gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua, Gustavo Sáenz (Salta); Rolando Figueroa (Neuquén); Alberto Weretilneck (Río Negro); Gerardo Zamora (Santiago del Estero); y Claudio Vidal (Santa Cruz) son los restantes.

En el peronismo, la situación es distinta a la de JxC. Si bien hubo charlas para consensuar una postura, los gobernadores ocupan casilleros distintos. Kicillof y Quintela son los que muestran una mayor intransigencia y confrontan de lleno con Milei. Un paso atrás en ese grupo está el pampeano Ziliotto, de relación tirante con LLA.

Más cauto, Insfrán juega a las escondidas, pero no pierde oportunidad de activar su arsenal contra la gestión libertaria. Raúl Jalil, de Catamarca, en tanto, tiende puentes con Nación y pone una ficha de confianza en la nueva etapa de diálogo que se abrirá, revelando una faceta más autónoma.

Gustavo Melella (Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur) opta por moverse en grupo con sus pares del sur, quienes el jueves animaron una cumbre en Puerto Madryn en la que relanzaron el sello Patagonia con fuertes advertencias a la Casa Rosada. Todos los gobernadores mencionados, pese a sus diferencias, se mantienen dentro del paraguas de Unión por la Patria (UP).

Diferente es la situación del tucumano Osvaldo Jaldo, que rompió con UP durante el tratamiento de la ley ómnibus y formó un bloque de tres diputados llamado “Independencia”. Jaldo se mantiene en su trinchera y hoy se reunirá en privado con Francos y Posse antes del encuentro general.

Desde despachos provinciales confirmaron a este medio que los mandatarios no irán únicamente a escuchar, sino que también propondrán y llevarán reclamos propios. Se sabe que una de las condiciones del Presidente para consensuar un nuevo pacto fiscal es aprobar la ley ómnibus. “Si no la votamos en ese momento, ¿por qué lo haríamos ahora”, se preguntó un operador de una provincia amarilla.

Ese es uno de los ítems que anticipa un conflicto en puerta. Retenciones, privatizaciones y superpoderes son algunos de los tópicos que, al igual que en la discusión en el Congreso, siguen generando rechazo entre los jefes provinciales.

Hoy por hoy, los distritos tienen como objetivo central recomponer las alicaídas arcas provinciales tras el paso de una motosierra que las tuvo como principales objetivos. La iniciativa del Gobierno de reponer la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias ya no cae bien ni siquiera entre los gobernadores cambiemitas, que se opusieron a su baja desde el minuto cero.

Sucede que ahora, cuando el ajuste ya se hace sentir en todos los factores de la economía, ningún dirigente quiere pagar el costo político de otro sablazo a los maltrechos salarios.

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