jueves, marzo 28, 2024

Massa reducirá impuestos a tres sectores para que generen más dólares

El objetivo es mejorar el tipo de cambio en forma específica, pero sin una devaluación brusca.

Si los números hablan, habrá que concluir que Sergio Massa consiguió un “aprobado” en su primer mes de gestión. Los dólares financieros cayeron 14 % en promedio y terminaron debajo de los 300 pesos. La brecha cambiaria pasó de casi 130 % a 100 %, las acciones volaron en promedio más de 30 % en dólares y el riesgo país cedió más de 400 puntos básicos. Los mercados celebraron que la nueva gestión sacó el pie del acelerador y alejó el peligro de que la economía cayera a un precipicio.

El ministro de Economía tuvo la habilidad de mantener altas las expectativas del mercado, con anuncios a lo largo de cada una de las tres primeras semanas desde que asumió. En ese recorrido primero efectuó un canje de bonos por dos billones para alejar los temores de un reperfilamiento de la deuda en pesos. Luego consolidó su margen de maniobra, al nombrar a alguien propio en la secretaría de Energía y más tarde con la designación de Gabriel Rubinstein como viceministro luego de dos semanas de idas y vueltas.

Ese esquema inicial se completó la semana pasada con medidas concretas en el plano fiscal. Incluyó tanto un aumento de la presión impositiva (como el caso del anticipo de Ganancias para grandes empresas) pero también decisiones concretas para ajustar el gasto público. Todo esto acompañado por la decisión de dejar de emitir vía adelantos transitorios del Bcra.

El objetivo es cumplir con la meta de déficit primario de 2,5 % que se acordó para este año con el FMI. Pero se trata de un objetivo complejo. La segmentación tarifaria, por ejemplo, aportará muy poco ahorro vía baja de subsidios en los cuatro meses que quedan por delante en 2022.

El “veranito financiero” de las últimas semanas fue impulsado además por el mejor clima de los mercados internacionales, con Wall Street acumulando significativas subas y un regreso de fondos a los mercados emergentes. Es complejo estimar qué proporción de la suba se explica por el factor puramente externo y cuánto por las decisiones locales. Pero es evidente que el cambio de aire generado por la llegada de Massa tuvo una influencia decisiva al menos en este arranque.

El escenario externo, sin embargo, no ofrece garantías. El viernes el titular de la FED, Jerome Powell, dijo que continuará la agresiva suba de tasas en los Estados Unidos para combatir la inflación y anticipó que será “doloroso” para la población. No son buenas noticias para países como la Argentina y obligará a Massa a redoblar esfuerzos para mantener la buena respuesta de las variables financieras que consiguió a partir de su desembarco.

En la “hoja de ruta” del ministro de Economía aparecen en el futuro inmediato dos cuestiones con mucha nitidez. La más acuciante es encarar los desafíos que presenta el frente cambiario y la necesidad de fortalecer las reservas del Banco Central.

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