La Fundación Madres de Plaza de Mayo se resistió este lunes a un nueva orden judicial para realizar un inventario de sus bienes, que había sido solicitada por el titular del Juzgado Comercial número 13, Fernando Javier Perillo, en el marco de un pedido de quiebra de ex empleados.
La fundación que preside Hebe de Bonafini convocó a resistir la orden judicial con una movilización que se concentró esta mañana en la sede de Hipólito Yirigoyen 1584, frente al Congreso, y que logró impedir el ingreso de agentes judiciales.
Así, en la puerta del edificio donde funciona lo que fue la Universidad de las Madres y que hoy es el Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo (IUNMA), se dieron cita organizaciones sociales y sindicales para bloquear cualquier ingreso al edificio en el que desde temprano estaba Hebe de Bonafini, acompañada de otras integrantes de la Fundación.
La llegada del abogado (del síndico), Daniel Truffaut, al edificio de las Madres generó forcejeos entre los manifestantes y la Policía de la Ciudad, pero no incidentes, según el propio letrado confió a la prensa que estaba en el lugar.
“La sindicatura me envió a hacer una diligencia de inventario, para permitir que tres escribanos puedan inventariar, nada más. Es que las madres están en quiebra. Parte de lo que tiene que ver con la quiebra es inventariar los bienes”, aseguró el abogado de la sindicatura.
Agregó que no fue “maltratado en ningún momento” y que suponía que “el juez ordenará este inventario de vuelta”.
Tras la diligencia frustrada, Hebe de Bonafini salió a hablar con los medios de prensa, y dijo que esa casa era “de todos” y que la defendían con el mismo criterio por el que sus hijos “dieron la vida”.
Dijo también que “la historia de las madres es siempre de batallas, de resistencias”, y que por eso no se callan y el no callarse les cuesta acciones como la diligencia de este lunes.
“El día de hoy es para la historia, el pueblo vino a defender lo que le pertenece, con los objetos y los archivos. No importa lo que diga el juez y el síndico, es siniestro y mentiroso”, dijo la titular de Madres, que terminó con un exabrupto: “No les puedo decir más que me chupa un huevo”.
Desde la fundación denunciaron “una nueva embestida que pretende apropiarse del archivo histórico de la Nación”, aunque desde la Justicia explican que el objetivo era “realizar un inventario” a raíz de un pedido de quiebra que data de junio de 2017 de parte de ex empleados que reclaman por sus salarios no abonados y por las cargas sociales no cubiertas.
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