El Ministerio del Agro y la Producción, la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) y el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología firmaron un acuerdo de cooperación para potenciar la investigación, la formación y el desarrollo de la producción de hongos comestibles en la provincia.
El convenio tiene como objetivo consolidar a los hongos como una alternativa productiva de alto valor agregado, vinculando ciencia, educación y territorio. El cultivo de hongos permite transformar subproductos agroforestales -como aserrín, bagazo de caña o cascarilla de arroz- en alimentos nutritivos y de calidad, con potencial para abastecer tanto al mercado local como al internacional. Además, abre la puerta a nuevas líneas de investigación y producción de insumos medicinales, en un horizonte que combina sustentabilidad, innovación y diversificación agroindustrial.
El ministro del Agro y la Producción, Facundo López Sartori, subrayó que la firma del convenio “abre un horizonte de oportunidades para Misiones, porque los hongos son un cultivo sustentable, de gran valor nutricional y con potencial para convertirse en una alternativa económica sólida para muchas familias”.
La primera capacitación enmarcada en el convenio se desarrolló en el Instituto de Enseñanza Agropecuaria N°4 de Loreto, dictada por investigadores del Instituto de Biotecnología de Misiones (InBioMis - UNaM), entre ellos el Dr. Martín Giorgio, la Dra. Romina Coniglio y la Dra. Gabriela Díaz. Estuvieron presentes el ministro del Agro, el subsecretario de Biotecnología Maximiliano Rossi, el secretario general de Ciencia y Tecnología Pedro Zapata, la subsecretaria de Educación Técnica Sandra Wozniuk y la Lic. Andrea Torres del Ministerio del Agro. En esta instancia participaron 16 estudiantes de 4° y 5° año, junto a cuatro docentes de biología y ciencias agrarias de la institución.
Los asistentes se formaron en el ciclo completo de producción, desde la preparación del sustrato hasta la cosecha, con el fin de que estas experiencias puedan replicarse en aulas, chacras y microemprendimientos familiares. La propuesta, que recorrerá distintas zonas de la provincia -norte, centro y sur-, surge a partir del trabajo articulado en la Mesa de la Funga Misionera, que viene visibilizando la necesidad de capacitar a estudiantes y profesores de las escuelas agrotécnicas.
El subsecretario de Planificación, Leonardo Amarilla, destacó la articulación alcanzada: “Este convenio nos permite unir educación, ciencia y producción en un mismo camino. Apostamos a que el conocimiento llegue a los jóvenes y a los productores como una herramienta concreta para transformar la realidad”.
En la misma línea, el subsecretario de Biotecnología, Maximiliano Rossi, remarcó el potencial científico de la provincia: “La funga misionera tiene un enorme valor. A través de estas capacitaciones buscamos que el saber académico se traduzca en oportunidades de desarrollo local, aprovechando la biodiversidad como un recurso estratégico”.
Por su parte, la Lic. Andrea Torres, resaltó la importancia de la creación de la Mesa de la Funga Misionera como espacio de articulación interinstitucional: “Gracias a este trabajo conjunto pudimos visibilizar la necesidad de generar capacitaciones en las escuelas agrarias, fomentando que tanto alumnos como docentes se formen en el cultivo de hongos comestibles. El IMiBio, como parte activa de la Mesa, ya viene desarrollando talleres de cultivo y recolección sustentable de hongos comestibles abiertos al público en general, mientras que el InBioMis, a partir del convenio firmado, está llevando estas capacitaciones directamente a las escuelas agrarias. De esta manera, buscamos que el conocimiento se traslade también a las chacras familiares, promoviendo una mayor diversidad productiva en la provincia”.
Una cadena emergente con alto potencial
La producción de hongos comestibles y medicinales se perfila como una actividad económica rentable y sostenible. Por ello, la Honorable Cámara de Representantes ha destacado al año 2025 como el año de la concientización y promoción de la funga misionera, propiciando la colaboración interinstitucional para lograrlo.
Según especialistas, variedades como las gírgolas (Pleurotus) ofrecen grandes posibilidades de desarrollo en la provincia: crecen en un amplio rango de temperaturas, pueden cultivarse en pequeños espacios y utilizan como insumo residuos de la industria agroforestal. Además, estudios recientes destacan que los hongos poseen entre un 19 y un 35% de proteínas, además de vitaminas B1, B6, B12 y C, minerales como potasio, fósforo, calcio y hierro, y compuestos con propiedades antioxidantes e inmunomoduladoras, como los betaglucanos. Estos atributos los convierten en un alimento de alto valor nutricional y también en un insumo de interés para la industria farmacéutica y medicinal.
Esto convierte al cultivo en una alternativa accesible para pequeños y medianos productores, con bajo requerimiento de superficie y la posibilidad de integrarse a sistemas de diversificación de la chacra misionera. A la vez, responde a un mercado en expansión: en la gastronomía gourmet, en la alimentación saludable y en la industria biotecnológica, donde los hongos comestibles y medicinales despiertan creciente interés.
En Misiones, el desarrollo de esta cadena productiva significaría no solo nuevos ingresos para las familias rurales, sino también la creación de microemprendimientos y cooperativas capaces de abastecer a consumidores locales y regionales con un producto fresco, nutritivo y de calidad diferenciada.
Un camino de ciencia, producción y educación
El convenio firmado entre el Ministerio del Agro y la Producción, la UNaM y el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología marca un hito en la política agroproductiva provincial. A través de la biotecnología aplicada al cultivo de hongos, se busca articular la investigación académica, la formación técnica y el acompañamiento a productores para construir un circuito virtuoso de conocimiento, producción y comercialización.
Con esta propuesta, Misiones avanza en la construcción de una nueva cadena de valor, donde el aprovechamiento sustentable de la funga se integra a la diversificación productiva de la provincia. El convenio, de vigencia inicial por dos años, prevé la continuidad de capacitaciones en distintas escuelas agrotécnicas, el desarrollo de investigación aplicada y el acompañamiento a proyectos productivos que promuevan el agregado de valor local.


