La Cámara de Representantes creó el Programa de Atención Adecuada y Accesible a la Salud Sexual y Reproductiva de Personas con Discapacidad, por iniciativa de la diputada con mandato cumplido Soledad Balán.
El programa tiene la finalidad establecer los lineamientos para la aplicación efectiva de prácticas que garantizan los derechos de igualdad, participación y autonomía, de manera que se visibilice el reconocimiento explícito de los derechos sexuales y reproductivos de las personas con discapacidad, desde un enfoque positivo y respetuoso.
Entre sus objetivos se encuentran los de informar de manera objetiva, clara, actualizada y precisa sobre los aspectos físicos, psicológicos y sociales de la sexualidad; y fortalecer las habilidades de comunicación que emplean los profesionales en la atención a la salud sexual y reproductiva, fomentando la empatía, la contención y el buen trato.
Además, promover el derecho de las personas con discapacidad a vivir plenamente la sexualidad y la vida reproductiva según sus propios deseos, preferencias y elecciones.
En el Recinto, la diputada Silvia Rojas dijo que “la situación a la que se enfrentan todas las personas con discapacidad, y en especial las mujeres, suelen ser discriminatorias y excluyentes de todo derecho, y cuando nos referimos a la mujer sabemos que existen aún muchas desigualdades de oportunidades a las cuales ellas deben enfrentarse en el día a día”.
“Aunque cada vez hay una mayor conciencia de los derechos de estas personas, siguen presentes los prejuicios de la sociedad hacia la sexualidad de este colectivo: es decir, todavía existen creencias erróneas que ayudan a mantener una actitud negativa hacia la sexualidad de estas personas dificultando su desarrollo psicosexual”, agregó Rojas.
También se expresaron al respecto las participantes del Parlamento de la Mujer, Ambrosia Parra y Soledad Varela, quienes también promovieron esta iniciativa.
“Hay que capacitar e informar a las personas discapacitadas y a su entorno familiar sobre la sexualidad reproductiva; y quitar esa idea errónea de la población de que nosotros somos niños eternos, sin sentimientos y sin emociones”, dijo Parra.
En tanto, Varela manifestó que “esta accesibilidad solamente es posible si nos encontramos con personal que acompañe a que la experiencia, tanto de una mujer como de un hombre que se va a hacer un control, que en este caso tiene que ver con la salud sexual y reproductiva, sea un momento amigable y una experiencia empática”.