La Municipalidad de Montecarlo continúa promoviendo el ecocanje como una herramienta concreta para fomentar el reciclaje domiciliario y avanzar en una gestión más sustentable de los residuos urbanos. La iniciativa consiste en intercambiar residuos previamente clasificados por productos como plantines, compost o semillas, con el objetivo de incentivar la participación ciudadana en el cuidado del ambiente.
El sistema parte de una tarea clave: la separación en origen. Vecinos y vecinas deben clasificar los residuos en sus hogares -plásticos, papel, cartón, vidrios, latas y residuos orgánicos- y acercarlos a los puntos de ecocanje habilitados por el municipio. Allí, el material recolectado es derivado a la Planta de Clasificación de Residuos Sólidos Urbanos, donde se realiza una separación más minuciosa para su posterior reciclaje o reutilización.
Los residuos orgánicos se transforman en compost, y los materiales reciclables se enfardan y se comercializan, generando ingresos y promoviendo la economía circular local. A su vez, este circuito permite reducir el volumen de basura que va a parar al relleno sanitario, disminuyendo el impacto ambiental y alargando la vida útil del sitio de disposición final.
Montecarlo incorporó un camión volcador de gran porte para fortalecer su parque vial
Desde la gestión municipal destacan que el ecocanje busca no solo reducir residuos, sino también generar conciencia sobre la importancia de pequeñas acciones cotidianas. Cada elemento correctamente separado y entregado representa un paso en la construcción de un Montecarlo más limpio y sustentable.
El programa sigue creciendo con el apoyo de la comunidad, y las autoridades locales invitan a sumarse a través de la consigna simple pero efectiva: separar, entregar y transformar. Una forma directa de participar en el cuidado del entorno y construir una ciudad más comprometida con su ambiente.
