A cinco días de haber comenzado a rodar la pelota, el Mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda bate récords de audiencia y ya vendió más de un millón y medio de entradas.
“Me produce gran alegría ver a cientos de miles de hombres, mujeres, niños y niñas a los que, como a mí, asistir a los partidos les hace tan felices. Y también me alegro por los millones de personas que lo ven desde casa. Es, sin duda, un gran éxito”, manifestó Gianni Infantino, el presidente de la FIFA. Y agregó: “Grandes partidos, grandes goles y algunos equipos que, sin ser favoritos, han dado la sorpresa o han puesto en aprietos a los principales aspirantes. Todos los ingredientes para que la competición sea todo un éxito”.
El mandatario estuvo presente en los partidos que se disputaron en Auckland, entre ellos, el que la Selección Argentina perdió ante Italia por 1 a 0, por la primera fecha del Grupo G.
Justamente, durante dicho encuentro, Infantino se reunió con Maria Strong, la madre de una familia neozelandesa que compró la entrada número 1.500.000 de la Copa del Mundo, y les ofreció la oportunidad de ver todos los partidos que se disputen en el estadio Eden Park.
El pasado jueves 20 de julio, día de la inauguración del Mundial 2023, 117.000 espectadores asistieron a los dos primeros encuentros, disputados en Eden Park (Auckland) y el Estadio de Australia (Sídney). El triunfo de Nueva Zelanda ante Noruega marcó un nuevo récord de asistencia para el local, tanto en el fútbol masculino como en el femenino, con 42.137 espectadores. Mientras que 75.784 hinchas dijeron presente en la victoria del conjunto australiano ante Irlanda, alcanzando la mayor cifra de afluencia en un Mundial femenino de los últimos 24 años.