Además, resaltó que el Papa marcó un “antes y un después en la Iglesia”.
Tras conocerse el fallecimiento del Papa Francisco en la jornada de este lunes, el vicepresidente de Cáritas Diocesana de Posadas, Padre Alberto Barros, expresó su pesar por la partida del Sumo Pontífice, al tiempo que destacó su legado como uno de los más significativos en la historia reciente de la Iglesia.
“Hasta último momento fue un buen pastor”, expresó Barros, al recordar la entrega del Papa argentino, incluso en sus últimos días, donde, a pesar de su frágil estado de salud, acompañó a fieles durante las celebraciones de Semana Santa, incluyendo su tradicional visita del Jueves Santo a personas privadas de libertad y su presencia en la Plaza San Pedro.
Para Barros, la muerte del Papa en el marco de la Pascua “no es un dato menor” y simboliza una despedida cargada de sentido: “Con la tristeza de la partida, también la inmensa alegría por todo lo que nos ha dejado, una marca imborrable para la Iglesia y para el mundo”.
El sacerdote también hizo énfasis en el carácter histórico de su papado, al tratarse del primer pontífice latinoamericano y no europeo en dos mil años. “Francisco salió de las entrañas de la Iglesia latinoamericana y llevó su riqueza espiritual a todo el mundo. Eso marcó un antes y un después”, afirmó.
Asimismo, resaltó el impulso que Francisco dio a una Iglesia más cercana y abierta: “Nos regresó a la frescura del mensaje de Jesús, una espacio que no juzga, que abraza, que está con los pobres, los migrantes, los ancianos. Una Iglesia samaritana, como él la definía”.
También recordó sus fuertes mensajes sobre la justicia social, la defensa del medioambiente y su crítica a los poderes que excluyen: “No dudó en levantar su voz contra un mundo político y económico que se desentiende de los últimos. Fue el Papa de los pobres, de la justicia, de la casa común”.
Finalmente, Barros definió al Papa Francisco como “un extraordinario regalo de Dios para la Iglesia y el mundo”, y agradeció profundamente su testimonio de vida. “Su legado es inmenso, y su paso por el pontificado será valorado cada vez más con el tiempo”, resaltó.