El cierre del año está marcado por las vicisitudes propias de una crisis económica nacional que, lejos de morigerarse, recrudeció durante el segundo semestre. La devaluación y la escalada de precios de los alimentos afectó a los sectores más vulnerables, y el Ministerio de Desarrollo Social actúa como caja de resonancia específica a la hora de dar respuestas a los reclamos propios de estos tiempos.
El titular de esta cartera, Lisandro Benmaor, explica en entrevista con Códigos que ello se puede ver claramente en el traslado de demanda que debe atender: “El año pasado nos pedían en los barrios techo, tierra o trabajo, pero ahora el porcentaje más alto pasa por los pedidos de alimentos”.
A pesar de ello, el funcionario no deja de ver que “el 2018 fue positivo” porque “se pudieron realizar muchas acciones públicas que permitirán transformar realidades”, citando como ejemplo “la habilitación de 15 nuevos espacios de primera infancia en sendos municipios misioneros, lugares que llegaron para quedarse, donde se brinda amor, estimulación temprana y una alimentación acorde, aspectos que le permitirán a esa criatura tener el día de mañana más probabilidades de superar su actual suerte, cortando ese ‘combo’ de pobreza, indigencia, analfabetismo, violencia o adicciones en el que quizás se desarrollaba. Con política públicas que corten esos círculos viciosos, la provincia y el país pueden tener un futuro más equitativo”.
“Es un orgullo que el trabajo de los misioneros se proyecte a nivel nacional”
En otro tramo de la charla, el ministro fue consultado sobre la actualidad de los registros de embarazo adolescente, una problemática compleja en Misiones. “Hemos podido reducir drásticamente los índices, y en los casos que se dan, mejoramos la terminalidad escolar y facilitamos la expectativa de un proyecto de vida”.
El dato de base para analizar esta problemática es la realidad que implica hablar de un embarazo adolescente o precoz -hasta los 15 años según la Organización Mundial de la Salud- ya que cada segmento “tiene causas, consecuencias y complicaciones diferentes. El embarazo de una niña de 11 o 12 años advierte sobre un abuso, y con respecto a las jóvenes mayores de esa edad se sabe que en el 70 % de los casos no son deseados”.
Frente a este panorama, Benmaor destaca que “el descenso récord de los índices que hemos logrado se da gracias a un trabajo interdisciplinario y multi ministerial, y esta iniciativa fue tomada por el Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA) que lanzó el presidente Mauricio Macri. Es un orgullo que el trabajo de los misioneros se proyecte a nivel nacional”, subraya.
Similar perspectiva refiere a la hora de hablar sobre los programas de concientización sobre la donación de órganos, un compromiso personal sobre el que recomienda “hablar en cada familia. Ese diálogo es realmente significativo porque al momento de perder un ser querido, tomar esa decisión es muy difícil, y por eso si uno lo tiene charlado de antemano es más fácil actuar en consecuencia”.
Otro logro destacado por el ministro es la conformación del “Consejo Provincial de Garantías de los Derechos de Niños, Niñas, Adolescentes y la Familia”, un cuerpo intersectorial para la articulación, deliberación, consulta y asesoramiento en políticas públicas destinadas a esos sectores de la población. “Estamos muy orgullosos de contar con expertos de diferentes áreas para aportar su experiencia, ciencia y sabiduría a la hora de combatir diferentes problemáticas, como el trabajo o el abuso infantil, o la violencia de género y el femicidio”, indicó.
Tras marcar que sobre estos temas se realizan capacitaciones en colegios y clubes, entre otros ámbitos; Benmaor pondera la sintonía entre estas iniciativas y la recientemente sancionada por la Legislatura Ley de Paridad de Género, que representa “actuar en consecuencia”.
“Me apasiona ayudar a la gente y cambiar realidades”
Luego, el funcionario se refiere al trabajo que implica estar al frente de una cartera particularmente sensible como la que encabeza, que implica “la gestión propiamente dicha, que es realizar, hacer y ejecutar políticas sociales, y la lucha cotidiana para destrabar conflictos”.
“Hay que tener capacidad de logística y diálogo para hablar con grupos muy vulnerables, como los tareferos, por ejemplo, teniendo en cuenta el contexto social en el cual se expresa la demanda, y para eso hace falta equipos de trabajo comprometidos y el apoyo del gobernador de la Provincia, que ha encabezado charlas para destrabar conflictos”, añadió.
Asegura que estas cuestiones sociales requieren de toda su atención y por eso, al ser consultado sobre el año electoral que se avecina, Benmaor asevera que “no estoy preocupado en lo absoluto por ese tema porque mi filosofía de trabajo fue siempre la misma: hacer las cosas bien”.
Afirma que, en su momento, cuando el proyecto político de la Renovación lo convocó para ser candidato a intendente de Posadas, lo aceptó con orgullo y responsabilidad. “Actué con compromiso para sumar un granito de arena a la Provincia, y seguí trabajando y haciendo las cosas bien con el objetivo de dejar políticas sólidas para las próximas generaciones, que trasciendan las gestiones y sirvan para mejorar la calidad de vida de los misioneros”.
Un último párrafo estuvo dedicado a un modelo de vida que tiene como referente en su profesión, el doctor René Favaloro, sobre quien basa muchas de sus reflexiones. “A mí me apasiona ayudar a la gente y cambiar realidades, eso me llena el alma, y cuando llegué al Ministerio bajé esa línea a todo mi equipo, les pedí que piensen en las terceras personas como si fuesen sus propios familiares para ayudarlos en todo lo que puedan”.
Y cita a Favaloro porque “siempre inculcaba que la gente debe devolver de alguna manera a la comunidad lo que ha podido estudiar, y esa filosofía es la que quise reproducir en el Ministerio de Desarrollo Social y siento -concluye- que lo hemos hecho en gran medida”.
