La investigación publicada en las últimas semanas mostró que las pautas oficiales de distancia social dadas por la OMS y los CDC se basan en información desactualizada sobre la tos y los estornudos.
La investigación, sobre todo, exige mejores medidas para proteger a los trabajadores de la salud, aquellos que más en riesgo están en la lucha contra el virus mortal. Pero además, este nuevo parámetro de distanciamiento social podría evitar más contagios entre personas que estornudan o tienen tos, dos de los síntomas que indicarían que la cepa podría estar en el organismo.
“La dicotomía entre las gotas grandes y las pequeñas sigue siendo el núcleo de los sistemas de clasificación de las rutas de transmisión de enfermedades respiratorias adoptadas por la Organización Mundial de la Salud y otras agencias, como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Estos sistemas de clasificación emplean varios límites arbitrarios de diámetro de gota, de 5 a 10 μm, para clasificar la transmisión de huésped a huésped”, dice el estudio de Bourouiba publicado hace pocos días en el Journal of the American Medical Association, una de las revistas más prestigiosas sobre divulgación.