El presupuesto para las obras ronda los 400 millones de dólares. El consorcio Aña Cuá ART apunta a la falta de información del lado argentino. Al menos 680 trabajadores fueron dados de baja en las dos márgenes.
Las obras de la nueva hidroeléctrica de Aña Cuá se encuentran paralizadas por decisión del consorcio a cargo, que presentó su pedido de “recomponer el contrato para la construcción de la usina” por la incertidumbre de la situación económica en Argentina y la falta de designaciones en la EBY por parte del gobierno de Javier Milei.
Esta información fue confirmada por el gerente de Aña Cuá en la margen derecha, Carlos York, quien sostuvo que las obras llevan un atraso de aproximadamente dos años con un desembolso de 180 millones de dólares del presupuesto inicial.
“La empresa argumenta situaciones que se registran en la Argentina para poder justificar la medida de suspensión de las obras. Nosotros seguimos los acontecimientos de la Argentina, pero no somos la voz oficial para evacuar las inquietudes que ellos tienen con respecto a la situación macroeconómica en el vecino país”, dijo el ingeniero.
York señaló que el gobierno de Milei asignó a funcionarios para que iniciaran conversaciones con los directivos del consorcio Aña Cuá ART y representantes de la administración de Santiago Peña. Sin embargo, hasta la fecha las obras siguen sin avanzar y ponen en riesgo la continuidad del contrato con la constructora, integrada por las empresas paraguayas Astaldi, Rovella Carranza y Tecnoedil.
El martes se reunieron las partes afectadas en el Ministerio del Trabajo, donde la EBY dejó en claro la necesidad de continuar con las obras en el menor plazo posible, ya que no existe deuda alguna que imposibilite la provisión de los materiales necesarios para que la contratista cumpla con el contrato.
“No tenemos la cifra precisa porque no todos fueron notificados, pero se habla de unas 680 personas despedidas de las dos márgenes, entre paraguayos y argentinos. Nosotros tenemos un contrato firmado con el consorcio y la Entidad Binacional Yacyretá y este contrato se tiene que cumplir”, explicó el principal encargado de las obras del lado paraguayo.
De forma reiterada, el cuestionado consorcio ha presentado como principal excusa la indefinición del lado argentino para justificar la paralización de las obras en Aña Cuá. Sin embargo, para las autoridades paraguayas esta negativa llevaría a rescindir el contrato.
“La voluntad es que la obra continúe y se va a seguir conversando con los directivos del consorcio para alcanzar una salida a esta situación y que tenga el menor impacto posible la obras y a la gente”, apuntó York.
Desde Corrientes, el intendente de Ituzaingó, fronterizo con Ayolas, reconoció que la política de Milei respecto a la coparticipación y el freno a las obras en Aña Cuá está impactando en los niveles de empleo. “Estamos con preocupaciones serias por saber y poder dar una noticia cierta del futuro de los trabajadores y saber qué va a pasar con esta empresa y con esta obra para la ciudad”, admitió Juan Pablo Valdés.
LPO.