El centro posadeño fue escenario este miércoles de un episodio lamentable tras una discusión por estacionamiento. Es que, el propietario de un Peugeot 308 enfureció cuando un odontólogo de 45 años y que presta servicio profesional en la Escuela de Cadetes de la Policía provincial le pidió que corriera el vehículo porque en el sitio que lo había dejado estaba prohibido detenerse. Ocurrió sobre la avenida Roque Sáenz Peña, a metros de La Placita, frente a un centro de diálisis.
La respuesta fue un insulto, seguido de una réplica con el mismo escaso tono de amabilidad. Un joven y primo del odontólogo intentó frenar el cruce de golpes, pero el dueño de Peugeot tomó la peor decisión, abrió la puerta y extrajo una navaja de veinte centímetros y la incrustó en el brazo izquierdo del muchacho que tuvo la intención más sensata, de apaciguar y frenar la disputa.
La misma velocidad para sacar el arma blanca y atacar, el agresor la desplegó para huir sin prestar asistencia alguna, ni siquiera mostrar arrepentimiento. Subió a su automóvil y desapareció raudamente por Roque Sáenz Peña en dirección a calle Córdoba.
Por el hecho, solicitaron una ambulancia a la Red de Traslados y el lesionado fue llevado al Hospital Ramón Madariaga. Se reportó luego que no corría peligro de muerte pero sí de estrictas curaciones y observación de la profunda herida.