viernes, marzo 29, 2024

Primera cita: los 6 signos del lenguaje corporal que hay que tener en cuenta

Aproximadamente el 70% de lo que se comunica no se dice con palabras. Durante una salida, utilizar el lenguaje corporal incorrecto puede aplastar las posibilidades de un segundo encuentro. Cómo utilizar los hacks del lenguaje no verbal para aumentar el atractivo y la simpatía.

Las primeras citas están repletas de misterio y mensajes mixtos, pero aprender a leer el lenguaje corporal del otro puede ayudar. Como seres humanos, reconocemos rápidamente si alguien nos resulta físicamente atractivo o no. Los expertos en lenguaje corporal aseguran que somos igualmente rápidos para comunicar nuestra atracción, o falta de ella, a través de señales no verbales.

En su mayor parte, tenemos el control total de lo que decimos y de cómo lo decimos, pero a menudo, nuestro lenguaje corporal presenta una imagen bastante precisa de lo que está pasando dentro de nuestras cabezas, tanto a nivel consciente como subconsciente.

Nunca es una mala idea leer entre líneas. Aprender a interpretar las pistas del lenguaje corporal en una primera cita es en realidad mucho más sencillo de lo que parece, siempre y cuando se sepa qué buscar.

«Vale la pena calibrar todas estas claves para ‘recalibrar’ cuando las cosas no salen como las planeamos. Sin embargo, es fundamental comprender que todas las personas son distintas y por más de que existan microgestos universales deben ser analizados en contexto», explicó en detalle a Infobae Alejandro Sangenis, consultor y coach de comunicación no verbal y neuro-oratoría.

Seis claves del lenguaje corporal a las que prestar atención en una primera cita

Cuando se inclina hacia ti

Cuando una persona se inclina continuamente hacia la otra, lo más probable es que sea su forma no verbal de decirle que está interesada ​​y comprometida. Eso es especialmente cierto si se trata de un encuentro grupal y una persona se inclina o acerca solo hacia otra. Por lo contrario, si se retiran impulsivamente cuando alguien se acerca a ellos, es una señal de que encuentran parte de su actitud amenazadora o poco atractiva.

Cuando el contacto visual es intenso

El vínculo entre el contacto visual prolongado y una conexión profunda no es solo materia de las canciones de amor, sino que está establecido desde hace mucho tiempo por la ciencia. Una mirada firme puede acelerar la cercanía entre dos personas: en un estudio muy citado de 1987, el psicólogo social Arthur Aron hizo que varios extraños hicieran y respondieran 36 preguntas de una naturaleza cada vez más personal. Los participantes se miraron en silencio a los ojos durante cuatro minutos. La prueba generó tanta intimidad emocional entre las parejas que, seis meses después, una de esas parejas se casó.

«Cuando una persona al relatar una experiencia mira hacia la izquierda significa que está recordando lo que explica. Si lo hace mirando a la derecha significa que lo está creando. Cuando alguien habla mirando hacia arriba no necesariamente revela que está mintiendo, sino que se trata de personas visuales que cuando hacen un relato ‘observan’ lo que explican en su relato», aseguró Sangenis.

No hace falta decir que, a menos que se trate de un contacto visual un tanto espeluznante, una mirada casi inquebrantable es una buena señal. También lo son las pupilas dilatadas. Los estudios han demostrado que éstas se dilatan más de lo normal cuando estamos entusiasmados con algo o alguien.

Microexpresiones negativas o sonrisas falsas

Las microexpresiones son expresiones faciales leves que ocurren entre 1,15 y 1,25 segundos. Son involuntarios y exponen las verdaderas emociones de una persona. Una persona puede ser un profesional absoluto en las sonrisas forzadas, pero si descubres algunos estragos al recordar una historia, es posible que rápidamente deje de serlo.

Para los seres humanos resulta difícil ocultar sus emociones internas verdaderas de su cara. A menudo aparecen como rápidos destellos de la verdad antes de que la persona elija otra expresión que induzca menos conflicto para mostrar.

Se posicionan lejos de ti o utilizan el bloqueo

Los expertos llaman a este tipo de lenguaje corporal el «lenguaje del distanciamiento». Cuando nos sentimos conectados con alguien, tenemos más probabilidades de enfrentarlos directamente con nuestros hombros, rodillas y pies. Si no estamos interesados ​​activamente, hacemos lo contrario y utilizamos la posición del cuerpo para indicar el bloqueo al hacer cosas como cruzar los brazos sobre el torso o cruzar las piernas con las rodillas ligeramente levantadas para crear una barrera.

Para el especialista, ponerse de costado es mejor que estar de manera frontal en una primera charla, sin invadir y respetando el campo íntimo del otro. «Existe una distancia social, una de trabajo y una íntima. El kinestésico avanza sin darse cuenta sobre la otra persona, no necesariamente porque lo esté hostigando, acosando o pasándose de los limites, sino simplemente porque no se da cuenta», explicó.

Los dedos de los pies revelan el nivel de atracción: al apuntar los dedos hacia adentro, se intenta reducir el tamaño y parecer más accesibles e inofensivos. «Si las puntas de los pies apuntan hacia la puerta -continuó- es un indicio de que la persona tiene ganas de irse y convendría rearmar el discurso para hacerse de interés de la otra persona».

Eco y espejo

«Se trata de utilizar las mismas posturas o repetir las mismas palabras del otro. Cuando alguien nos agrada, sin darnos cuenta, sintonizamos de la misma manera, y comenzamos a sentir empatía por el otro. Lo que nos es familiar nos es empático. Si uno percibe que el otro es, por ejemplo, más visual con las palabras y utiliza palabras como ‘transparente’ o ‘claro’ es importante hablar en la misma línea de palabras y tratar de identificar que forma de comunicar prevalece en el o en ella», aseveró el experto.

Atados de lengua

Existe una buena posibilidad de que quienes tropiecen con sus propias palabras estén ansiosos porque están interesados ​​en el otro. Cuando la atracción es fuerte, puede convertir a adultos muy inteligentes en niños torpes. Si él o ella tiene dificultades para armar pensamientos convincentes, es probable que se deba a que se sienten muy atraídos por el otro.

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