La Cámara Federal confirmó el procesamiento de Héctor Jesús Guerrero, cabo primero de la Gendarmería Nacional, acusado de disparar una granada de gas lacrimógeno que impactó en la cabeza del fotógrafo Pablo Grillo durante la marcha en defensa de los jubilados del 12 de marzo pasado, cerca del Congreso.
El tribunal ratificó los cargos por lesiones gravísimas y abuso de armas, ambos agravados por el abuso de su función como miembro de una fuerza de seguridad. Según la resolución, Guerrero efectuó seis disparos de manera prácticamente horizontal hacia los manifestantes entre las 17 y las 17:22. Uno de ellos impactó directamente en Grillo, provocándole fractura expuesta de cráneo y hematomas intracraneales, lesiones que pusieron en riesgo su vida según el Cuerpo Médico Forense.
El fallo destacó que las imágenes, peritajes y reconstrucciones técnicas muestran que el disparo fue dirigido directamente al conjunto de personas frente al cordón policial, una práctica considerada antirreglamentaria y de alto riesgo. El tribunal recordó que los manuales de uso del arma y los estándares internacionales prohíben disparar cartuchos de gas lacrimógeno directamente hacia una persona debido al peligro de lesiones graves o muerte.
El camarista Roberto Boico resaltó la necesidad de profundizar la investigación para determinar responsabilidades dentro de la cadena de mando, identificando a quienes habilitaron o hicieron posible la acción de Guerrero.
