sábado, mayo 4, 2024

Producción de electrodomésticos, en crisis: cierra 2018 con fuertes caídas

El aumento de las importaciones y la caída del consumo fueron factores determinantes en los resultados negativos de la producción de artefactos del hogar.

La producción de electrodomésticos fue uno de los segmentos más golpeados durante este año.

La desaceleración de la economía generó una caída en las ventas, lo que también repercutió en la fabricación de estos bienes de consumo, con caídas que sobrepasaron el 20%, según datos de la encuesta EPI (Estadísticas de Productos Industriales) de diciembre de 2018 del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).

En la gran mayoría de los casos, se trata del peor retroceso de los últimos 16 años.

De acuerdo con los datos del informe, la producción de cocinas llegó a las 562.475 unidades en los primeros 10 meses de 2018, con una caída del 20,9% con respecto al mismo período del 2017, año en que la producción total fue de 857.287.

Mientras que los hornos anafes tuvieron un descenso del 8,1%, llegando desde enero hasta octubre a los 87.224 unidades, frente a las 120.086 del 2017.

Otro de los ejemplos de esta situación son los hornos microondas, que descendieron un 22,1% respecto al mismo período del año anterior, y hasta un 36,5% respecto a los primeros 10 meses del 2016.

Las heladeras también fueron de las más golpeadas. La producción comprendida entre enero y octubre de 2018 bajó un 31,1% respecto al mismo período del año anterior, mientras que los freezers descendieron en un 26,1%.

Respecto a los lavarropas, la caída fue del 26,6% y la de los secarropas, de un 25,9%.

Por otra parte, el último informe de la UNDAV (Universidad de Avellaneda) también muestra resultados negativos de la producción de artefactos del hogar, la que se vio afectada por la competencia externa que aumenta a medida que las importaciones son más fuertes y la caída del consumo.

Lo bienes que registraron mayor nivel de reducción en su actividad son los productos de uso difundido dentro de los hogares, como: estufas (-38%) cocinas (-35% -lo que significa una caída en la producción de 18.000 unidades-), hornos (-24%) y microondas (-11%).

Los electrodomésticos de línea blanca también se vieron afectados en la producción y fueron los más alcanzados por las importaciones y la caída del consumo: el impacto fue más profundo en las heladeras (-67%), secarropas (-48%), lavarropas (-47%) y los freezers (-30%).

“La apertura económica a la competencia externa es uno de los fenómenos que caracterizan el modelo económico del actual gobierno, con el argumento de reinsertar la Argentina al mundo, las políticas aplicadas desde diciembre de 2015 apuntaron a reditar la tradicional posición de argentina como exportadora de materias primas y receptora de capitales externos en beneficio de los grandes grupos económicos”, analiza el estudio ligado a la Licenciatura en Economía de la misma casa de estudios.

Por otro lado, el estudio remarca que los datos del Indec confirman que durante los 34 meses de la gestión del Gobierno, las exportaciones acentuaron su sesgo hacia la primarización y mostraron un fuerte avance de los productos sin valor agregado en detrimento de los bienes con mayores niveles de elaboración. Además, agregaron: “La primarización de la canasta exportadora se da incluso tras haber traspasado la mayor sequía de los últimos cincuenta años”.

Cierre del año de la línea blanca

En cuanto a la venta de electrodomésticos de la denominada línea blanca, cerrará el año con una caída de entre 25% y 30% respecto a 2017, según datos aportados por directivos del sector.

“En los primeros cinco meses del año las ventas aumentaron 15% en cantidad de unidad, lo que amortiguó la caída total del año, que va a rondar finamente entre 25 y 30 puntos en el sector”, señaló el gerente de relaciones institucionales de Whirlpool para América latina, Alejandro Toscano, que se refirió a las ventas en el sector de los tres grandes rubros de electrodomésticos: heladeras, cocinas y lavarropas.

Mencionó que “a partir de agosto se registraron caídas de ventas mensuales que treparon hasta los 40 puntos porcentuales en noviembre pasado”.

El sector, agregó, espera que en el primer trimestre del próximo año “termine la tendencia a la baja, para en abril o mayo ver algunos indicios de recuperación”.

El año próximo “es un año electoral, habrá discusión de paritarias, pero entendemos que en el 2018 no se consumió y que hay una demanda que necesita consumir, no por estética sino por reposición”, reflesionó.

Por su parte, Luis Galli, del grupo Newsan, adelantó que esperan una “consolidación de la oferta y la demanda” porque “los volúmenes van a caer significativamente y habrá ganadores y perdedores” el próximo año.

“La recuperación del sector va a depender de la recuperación del salario real, de la caída de la tasa de interés y de la confianza de los consumidores”, agregó Galli.

En particular la venta de línea blanca “también depende del rubro construcción”, alertó Galli.

El ejecutivo precisó, por último, que los dos primeros factores son los que definen si la recuperación del sector es veloz o lenta, mientras que la confianza de los consumidores en 2019 estará “más atada a las expectativas electorales” relacionadas con la elección presidencial.

IP.

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