Con la excepción de la provincia de Buenos Aires, cuyos gremios docentes decidieron hacer un paro, hoy 725.000 alumnos de 20.800 escuelas primarias públicas y privadas del país participarán de la tercera edición de las pruebas Aprender: se evaluarán los saberes de matemática y de lengua en las aulas de 6° grado.
Aunque este operativo nacional comenzó a funcionar en 2016, con la intención oficial de reiterarse todos los años en los últimos años de los niveles inicial y medio, hoy sólo se relevarán los conocimientos del primario. Tampoco se hará la prueba muestral como sucedió el año pasado en alumnos de 3° grado.
Sí se mantendrán los cuestionarios complementarios que tendrán que responder los directivos de las escuelas y los docentes, por medio de los cuales se pueden conocer "aspectos contextuales de los procesos de enseñanza y aprendizaje", según informó oficialmente el Ministerio de Educación de la Nación, al confirmar que del mismo modo que en la evaluación del año pasado no se suspenderán las clases. Los estudiantes concurrirán a clases en sus horarios habituales.
Las pruebas Aprender permitieron confirmar las graves deficiencias de aprendizaje de los alumnos argentinos. Basta un ejemplo: Más del 50 por ciento de los estudiantes secundarios no puede resolver cálculos matemáticos de baja complejidad. En la edición de 2017, el 68% de los alumnos de 6° grado estaba en un nivel "básico" o "por debajo del básico" en matemática y un 37% tenía "bajo rendimiento" en lengua.