El primer swap de monedas con China se firmó en 2009 en el Gobierno de Cristina Kirchner y luego fue renovándose a lo largo de los años y con el paso de Mauricio Macri, Alberto Fernández y el propio Javier Milei.
El secretario del Tesoro de los Estados Unidos confirmó las negociaciones por un swap por 20 mil millones de dólares para fortalecer las reservas del Banco Central de la República Argentina. Este intercambio de monedas ya se había generado entre los Gobiernos de China y Argentina. ¿En qué consiste y qué potencial riesgo podría generar a futuro en la economía del país?
Qué es un swap de monedas
Un swap de monedas es un mecanismo por el cual dos agentes —gobiernos, bancos o empresas— se comprometen a cambiar divisas o dinero en ciertas fechas.
La operación no se realiza de forma inmediata, sino que se efectúa en partes o cuotas que se fijan previamente con sus fechas correspondientes de desembolso.
Inicialmente, el swap sirve para aumentar las reservas brutas y no impacta en las reservas netas. Esto es central, ya que las netas son las divisas con las que el Banco Central tiene poder de fuego para intervenir en el mercado cambiario o pagar deuda. Con ellas, podría por ejemplo, frenar una corrida cambiaria como la que vivió Argentina las últimas semanas.
Sin embargo, en el marco del acuerdo, un país puede solicitar al otro la activación del swap, que lo habilita a usar cierta cantidad de divisas para realizar operaciones.
En este caso, una vez finalizado el acuerdo, el banco que solicitó la activación deberá devolver a su par la cantidad de dinero utilizado más un interés.
Las presiones de Estados Unidos sobre Argentina
En octubre de 2023 el entonces presidente Alberto Fernández confirmó que China había ampliado su swap de monedas con Argentina por 6.500 millones de dólares, es decir 1.500 más de lo que su administración había pedido.
Ahora, hay dudas acerca de las presiones del gobierno estadounidense para que la Casa Rosada ponga fin a ese acuerdo con el gigante asiático, en medio de la guerra comercial que persigue la administración de Donald Trump con China.
Si bien el pago iba a ser en 12 meses, un acuerdo entre los bancos centrales de Argentina y China postergaron el cronograma hasta junio de 2025. De esta manera, con un nuevo esquema, los pagos comenzarán en junio de 2026.
El primer swap de monedas con China se firmó en 2009 durante el Gobierno de Cristina Kirchner y luego fue renovándose a lo largo de los años y con el paso de Mauricio Macri, Alberto Fernández y el propio Javier Milei.
En este marco, el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, anunció en su cuenta de X que negocia un swap de US$20.000 millones con la Argentina que servirá para garantizar el pago de la deuda. También informó que compraría bonos de la deuda argentina en caso de que la situación lo exija y que está en condiciones de ofrecer un crédito stand by al país a través del fondo de establización cambiaria.
Además de lo mencionado, el swap funcionará para cubrir faltantes de divisas clave en el mercado local, facilitar operaciones directamente en monedas locales, sin pasar siempre por el dólar y generar estabilidad monetaria.
Una de las principales diferencia entre una línea de crédito convencional, es que es un intercambio de divisas, no un préstamo unilateral y, al ser un acuerdo entre bancos centrales, los intereses son más bajos que una deuda.
Sin embargo, probablemente uno de los inconvenientes que puede tener el Gobierno de Milei es que este swap no sirva para intervenir el mercado, sino solo para comercio bilateral.
De todos modos, la señal de apoyo fue leída por los mercados como positiva y desde que el lunes el Tesoro anunció que brindaría un salvataje, se desplomó el riesgo país, cayeron los dólares financieros y el oficial y subieron las acciones y bonos.
Si bien por el momento lo niegan, en abril el enviado especial del Departamento de Estado de los Estados Unidos para América Latina, Mauricio Claver Carone, afirmó que el Gobierno de Estados Unidos quiere que Argentina finalice el swap con China.
“Eventualmente quisiéramos ver que termine la famosa línea de crédito que tiene Argentina con China. Queremos asegurarnos que ningún acuerdo con el Fondo Monetario termine prolongando esa línea de crédito o ese swap que tienen con China porque es extorsiva”, sostuvo Claver Carone en declaraciones a El Observador de Uruguay.