La Unidad de Coordinación y Control de Gestión de la Municipalidad de Posadas, abastece cada mes a más de 30 escuelas, instituciones públicas, hogares de cuidado y unidades penales con cientos de plantines hortícolas, recursos educativos y acompañamiento técnico personalizado. Este circuito impulsa una herramienta pedagógica activa que acompaña procesos de transformación comunitaria y promueve hábitos sostenibles.
La Municipalidad de Posadas reafirma su compromiso por un desarrollo sustentable al integrar producción agroecológica, educación ambiental y economía circular en una estrategia concreta y territorial.
En el marco del programa operativo de Gestión para el Desarrollo Sostenible, se desarrolla uno de los núcleos de producción acompañando con asistencia técnica personalizada y recursos pedagógicos, vinculado al abastecimiento continuo de escuelas, comedores, merenderos y espacios de contención. Es en el Jardín Botánico “Alberto Roth”, donde la Unidad de Coordinación produce y distribuye plantines para estos proyectos.
A partir de estos procesos surge la estrategia de articulación Red Verde, que vincula escuelas, instituciones y espacios comunitarios que desarrollan experiencias de producción hortícola. Nace como una propuesta integradora para evitar esfuerzos aislados y pasar a una lógica de trabajo colaborativo con el fortalecimiento de vínculos, la optimización de recursos y generando mayor impacto en un territorio específico.
“Lo que hacemos es fortalecer la entrega de plantines, acompañando cada proceso comunitario y educativo que transforme el territorio”, explica Karina Tarnowski, directora de Programas Sociales. “Hay un desarrollo de trabajo de base que venimos gestionando desde hace años y que hoy se potencia con la Red Verde.
Hoy vemos escuelas organizadas, barrios que se apropian del espacio de la huerta, instituciones que intercambian saberes y materiales.”
En este marco, se producen y distribuyen variedades de especies hortícolas, aromáticas y medicinales, entre ellas lechuga, acelga, rúcula, remolacha, repollo, espinaca, achicoria, así como también romero, menta, orégano, cola de caballo, incienso, penicilina, yerbabuena y ajenjo. Estos cultivos están destinados tanto al consumo comunitario como al uso pedagógico y terapéutico, adaptándose a cada espacio según sus necesidades.
Este plan articula plataformas como GIRSU que integran objetivos en una misma estrategia. Mediante el programa “Barrios Más Verdes” que busca revitalizar espacios públicos a través de la plantación de árboles nativos y la participación ciudadana, se impulsan cambios de hábito en los barrios, fortaleciendo la identidad, se amplía la infraestructura verde y se contribuye a mitigar los efectos del cambio climático.
Además de la plantación de especies, la iniciativa abarca acciones como la recolección de ramas para compostaje, el acompañamiento de viveros y la reposición de árboles caídos por tormentas. En el Parque de la Ciudad funciona un arboretum desde el cual se recolectan semillas de especies nativas para su reproducción.
También se promueve el plogging, una práctica que combina ejercicio físico con la recolección de residuos, incorporando la conciencia ambiental en la vida diaria.
Vinculando la educación con producción hortícola
Uno de los ejes centrales del trabajo de campo es el proyecto Escuelas Saludables y Huertas Comunitarias e Institucionales, que articula talleres de huerta educativa, salud bucal, alimentación consciente, agroecología y economía circular. En cada proceso, equipos técnicos municipales acompañan de forma sostenida a docentes, estudiantes y referentes barriales con herramientas técnicas, espacios de formación y talleres sobre salud, alimentación y ambiente.
“La escuela es muchas veces el primer lugar donde niños y niñas tienen contacto con el suelo, con una planta, con el proceso de cultivar sus propios alimentos. Es una experiencia que marca y que después se traslada a las casas y sus familias”, agrega Tarnowski.
Esta política pública, que entrelaza a alumnos, vecinos y agricultores con el cuidado ambiental y el compromiso comunitario, refleja una visión de ciudad más verde y comprometida con la agricultura familiar.