martes, marzo 25, 2025

Representatividad consolidada

El vencimiento del plazo para la constitución de frentes y alianzas de cara a las elecciones legislativas provinciales del 8 de junio disipó dudas y configuró un tablero electoral en el que se observan marcados contrastes.

Por un lado, el Frente Renovador de la Concordia logró aglutinar a más de 30 partidos políticos en una clara muestra de apertura política y crecimiento permanente.

Por el otro, el cisma experimentado por la ex alianza de Juntos por el Cambio y la falta de entendimiento de las facciones kirchneristas generó una inédita atomización de una oposición carente de liderazgos y con serios problemas para lograr consensos puertas adentro de sus estructuras.

Los cambios y las transformaciones son procesos dinámicos que están presentes en los sistemas políticos permanentemente. Conviven con una tendencia opuesta hacia la inmutabilidad, que podemos identificar en los mismos sistemas.

Podemos afirmar que los sistemas políticos tienen un carácter interactivo, esto quiere decir que su identidad dependerá de la interacción continua de múltiples elementos. Estos pueden ser internos o externos al sistema, en el último caso hablamos del entorno.

Esta característica de los sistemas crean un escenario en donde la capacidad de comunicarse e interactuar, con lo que ocurre en su entorno, se convierte en fundamental para que pueda alcanzar un buen desempeño. Dicho esto, la mayor o menor destreza que posean para comunicarse con el entorno, determinará su eficacia y su capacidad para durar en el tiempo.
Las democracias han sido eficaces identificando los problemas y necesidades que existen en el entorno, pudiendo proponer mejoras y soluciones a las mismas.

Las sociedades líquidas del presente demandan mayor capacidad de adaptabilidad a los cambios. La apertura mental se transforma en un factor fundamental para transitar de manera exitosa estos tiempos, puesto que esa apertura permite contar con el poder de recibir nuevas ideas o experiencias con las que antes no contábamos. Nos libera del pasado, de viejos hábitos cerrados y sobre todo de pensamientos anacrónicos. Sin ello, no lograríamos alcanzar el desarrollo y el crecimiento como sociedad. El propio proceso evolutivo genera el desafío de abrir nuestras mentes, es inconcebible la posibilidad de evolucionar sin nuevas ideas que vayan dejando atrás viejos paradigmas.

Cuando se alcanza un cierto nivel de apertura mental crece la predisposición a escuchar otras opiniones y observar distintas versiones de los hechos. Se adquiere un pensamiento crítico que nos permite reconocer que, a veces, podemos estar equivocados. Ahora bien, esto de ninguna manera implica que las personas tengan que adaptarse a todo. Nos permite, sin perder nuestra esencia, estar dispuestos a dejar que otros nos aporten nuevas ideas o experiencias.

La historia de la humanidad se basa en la materialidad de la sociedad, en sus diversos elementos que han producido, los diferentes grupos sociales con determinados objetivos, en los hechos históricos regidos por sus leyes sociales.

Para estudiar el devenir histórico de las sociedades se utilizan diversas fuentes, con ello se elaboran la estructura de aquellas sociedades, pero regidas por leyes sociales, que explican la causalidad de los hechos históricos, los procesos de su desarrollo, sus relaciones sociales, su ideología, y lo más importante, su proceso de transformación.

Las sociedades que evolucionan son aquellas que demuestran apertura mental para dar paso a nuevos actores y nuevas ideas. Es allí donde es posible llevar adelante las transformaciones.

El pueblo, con sus acciones cotidianas, es el hacedor de la historia. Desde los primeros grupos humanos, los hombres que dirigen garantizan el éxito o fracaso del grupo, en la supervivencia, en el desarrollo de una sociedad frente a otra. Dicho esto, surgen preguntas como: ¿por qué hay sociedades atrasadas con respecto a otras? o ¿por qué en unas hay mejores condiciones de desarrollarse que en otras? La respuesta es la misma para todas estas preguntas: dependen de los tipos de dirigentes que tienen. En efecto, si esa clase dirigente sólo se preocupa por obedecer las órdenes impartidas desde afuera, manteniendo la dependencia, sometiendo a su pueblo a las decisiones externas, sin atreverse a sentar las bases de su desarrollo, su pueblo se mantendrá durante un largo tiempo en la dependencia y en la miseria; por el contrario, si los líderes defienden los intereses de esa sociedad por encima de cualquier otras cuestión o factor, el camino de la transformación será imparable.

Legitimidad construida en las urnas

El rol de la política en las sociedades es claro, apunta a la búsqueda y generación de espacios de encuentro, de compromiso. No hay lugar para los planteamientos binarios, los discursos polarizantes y las visiones maniqueas que han degradado a la política a tan bajos niveles de calidad y con pésimos resultados a la vista.

Sin estridencias ni grandes promesas, pero si asumiendo con mucha humildad y responsabilidad el compromiso de estar siempre al lado de los que lo necesitan, el Gobierno de la Renovación Neo supo construir una sociedad que vive en paz y que ratifica el rumbo elegido en cada contienda electoral.

Cerrado el plazo legal para la constitución de frentes y alianzas electorales de cara a las elecciones legislativas provinciales del próximo 8 de junio, el Frente Renovador de la Concordia vuelve a dar una muestra de solidez que contrasta fuertemente con los diferentes espacios opositores. Con más de 30 partidos unidos para conformar el Frente, la Renovación Neo demuestra su crecimiento y apertura política, social e ideológica que ningún otro espacio político del país ha podido lograr hasta la fecha.

El Frente Renovador de la Concordia logró construir a lo largo de los años un vínculo muy fuerte con la sociedad misionera que se revalida en cada elección. Los misioneros se siente cerca, se sienten escuchados y se sienten contenidos por un proyecto político que los abraza, con dirigentes que no tienen miedo a ensuciarse los zapatos para caminar por las picadas, los barrios y las ciudades. Esta es la única forma de conocer las demandas y las necesidades del pueblo.

El ciudadano devuelve ese compromiso cada dos años en las urnas y luego exige, como debe ser, que no haya desvíos. La sociedad eleva cada vez más la vara y, frente a esas exigencias, la Renovación Neo ofrece un recambio permanente, con la incorporación de nuevas figuras con nuevas ideas, nuevas energías y un norte bien nítido que marca el camino definido: defender el interés de los misioneros, por sobre todas las cosas.

La representatividad del oficialismo misionero se refleja en la heterogeneidad de su composición, en donde se observa una pluralidad ideológica poco común para el mundo político.

La evolución permanente de la Renovación Neo es posible gracias a esa capacidad que ha logrado demostrar para sustraerse de los clivajes de izquierda y derecha, y que ha tenido un efecto magnético en la ciudadanía toda vez que se amplia la base de participación despertando el interés de personas de las más diversas actividades: empresarios, emprendedores, profesionales, estudiantes, comerciantes, agricultores. En fin, misioneros que tienen ganas de aportar su granito de arena para seguir transformando realidades.

Apertura y pluralidad ideológica

De cara a la contienda electoral del 8 de junio, los amplios sectores del peronismo misionero, que no podrán participar con el sello institucional del PJ, se han abroquelado en otros espacios de raíz peronista como el Partido UNIR y el Partido por la Reconstrucción de la Justicia Social, para trabajar bajo el paraguas del Frente Renovador de la Concordia, en repudio y rechazo a la intervención caprichosa y dictatorial digitada desde Buenos Aires, totalmente contraria a la voluntad de la inmensa mayoría de los afiliados al PJ en Misiones.

Las intervenciones a lo largo de la historia significaron la muerte del partido, no así de la doctrina peronista que se mantiene viva en un importante número de hombres y mujeres que orgullosamente forman parte de la Renovación, en donde tienen un diputado nacional y diputados provinciales.

Si de partidos tradicionales se trata, también es conocido el numeroso grupo de radicales que, decepcionados con el rumbo perdido de la UCR local, tomaron la decisión de apostar a la construcción y dejar de poner palos en la rueda. De esta manera, nuevos sectores del radicalismo en Posadas y el interior de la provincia se han sumado al gran paraguas de la Renovación, donde han visto la posibilidad de crecer políticamente y desarrollar sin impedimentos sus capacidades, a diferencia de la Unión Cívica Radical que luce cada vez más sectaria, atento a que reinan los mismos apellidos de siempre, que se reparten los primeros lugares de las listas cada vez que hay elecciones.

Por otra parte, también se sabe que hay grandes y numerosos grupos libertarios que han apostado a defender las ideas de la libertad desde adentro, entendiendo que existen coincidencias sustanciales entre algunos puntos que promueve el presidente Milei y el proyecto de gobierno que viene impulsado la Renovación en Misiones a lo largo de estos años, como el déficit cero, el equilibrio fiscal y un Estado eficiente con menos burocracia.

Representatividad consolidada

El desconcertante derrotero de la oposición

El contraste es muy fuerte cuando las miradas se posan sobre la oposición misionera. La despiadada puja por el poder y la falta de liderazgos consolidados derivaron en una espiralización de los conflictos internos que están a la vista de toda la sociedad. La errónea interpretación de la realidad, la inexistencia de una agenda común y las desmedidas ambiciones personales sumergieron a Juntos por el Cambio en un estado calamitoso. Aquello que supo ser una alianza entre el radicalismo, el PRO y el casi extinto partido Activar no existe más como tal. Lo que era Cambiemos se partió y se dispersó.

Las renuncias están a la orden del día tanto en la UCR como en el partido de Mauricio Macri. Lo más resonante de la semana fue el alejamiento del PRO, en un lapso de menos de 24 horas, de la ex candidata a vice gobernadora de la alianza, Natalia Dörper y Alfredo Schiavoni. “Me piché, terminamos siendo un partido chiquito, sin debate”, expresó con dureza el ex legislador nacional y provincial al referirse a su alejamiento.

En el caso del radicalismo, el escenario es casi idéntico: todas las semanas se conocen nuevas renuncias de dirigentes que se alejan del partido centenario ante la falta de debate y de una agenda programática que defina un norte hacia donde ir.

Sin lugar a dudas, el escándalo de pedofilia que involucra al ex diputado Germán Kiczka, mano derecha del líder de Activar Pedro Puerta fue un golpe muy duro para la extinta alianza de Juntos por el Cambio. Fue tal el daño ocasionado por este aberrante hecho que los socios políticos del hijo del ex gobernador dieron de baja la denominación, cambiando de nombre y dejando afuera del esquema a su partido.

Por otra parte, el frente electoral que nucleó en anteriores oportunidades a las organizaciones sociales y agrupaciones K en Misiones también terminó desintegrándose. Los sectores de izquierda participarán dividos en cuatro espacios: el Partido Solidario; el espacio de los piqueteros Tierra, Techo y Trabajo, el Partido Agrario y Social y una cuarta pata que agrupa a un rejuntado de sellos con escasos votos.

La falta de un norte claro representa el principal escollo para una oposición que, carente de liderazgos, recurre a las mismas recetas, con los mismos actores, sin ideas ni planes de gobierno y, lo más preocupante, sin relación con la gente.

(*) Por Nicolás Marchiori

(*) Abogado. Diplomado en Manejo de Crisis y en Análisis de Procesos Electorales. Especializado en Comunicación de Gobierno y Electoral. Becario de la Fundación Konrad Adenauer (Alemania) y del Centro de Análisis y Entrenamiento Político (Colombia).

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