Boca realizó este miércoles por la tarde un entrenamiento en la Bombonera, pero Miguel Ángel Russo no estuvo presente. El entrenador se trasladó a una clínica porteña para realizarse un chequeo médico programado tras el cuadro de deshidratación que padeció el lunes y que lo había mantenido internado durante 24 horas.
Según indicaron sus médicos, el entrenador pasará la noche en observación, tal como estaba planificado de antemano. A principios de septiembre, el DT había permanecido internado durante cinco días en el sanatorio Fleni por una infección urinaria, de la que logró recuperarse y volver a dirigir al equipo.
El lunes volvió a ser atendido por un nuevo episodio de deshidratación. Fue estabilizado con suero y recibió el alta al día siguiente, cuando ya se reincorporó a los entrenamientos en el predio de Ezeiza.