Este martes se llevó a cabo el cierre del Programa de Sanidad Escolar (ProSanE) 2024 en el salón auditorio del Ministerio de Educación. Esta iniciativa que promueve la atención integral de la salud en niños en edad escolar, alcanzó este año a más de 8.000 estudiantes en 294 escuelas de toda la provincia. Las actividades incluyeron controles de peso, talla, salud bucal, visual y fonoaudiológico, entre otros.
El coordinador del ProSanE, Guillermo Rolón, destacó los logros y desafíos del año. “Evaluamos a 9.800 chicos, logrando ampliar nuestra cobertura de 260 a 294 escuelas, con un enfoque prioritario en las más vulnerables. Alcanzamos un 80% de cobertura en estas instituciones, lo que refuerza la articulación entre salud y educación”, señaló. Además, subrayó que el contexto social y económico representó un reto significativo, pero no impidió avanzar en los objetivos del programa.
Entre las patologías más frecuentes detectadas este año, Rolón destacó la problemática odontológica. “Es la más abundante y grave. Hemos intensificado acciones preventivas, como tratamientos con flúor y entrega de cepillos y pastas dentales”, afirmó. También mencionó que los casos de sobrepeso y obesidad se mantienen como la segunda problemática más común, aunque con una leve disminución en los índices.
Otro de los aspectos relevantes fue el incremento en la detección de dificultades en el lenguaje, gracias al trabajo conjunto con docentes. “La detección temprana permite derivar a los niños a equipos de fonoaudiología, aunque sabemos que estos especialistas son escasos en la provincia”, explicó.
Salud mental
En cuanto a salud mental, el programa identificó un aumento en índices de violencia, incluyendo autoagresión y alteraciones de conducta. “Tras la pandemia, incorporamos un indicador específico que nos permite abordar estas situaciones y derivar tanto a los niños como a sus familias a equipos de salud mental”, comentó Rolón.
Las acciones realizadas también incluyeron controles visuales y antropométricos, los cuales ayudaron a detectar casos de bajo peso y malnutrición. Este abordaje integral buscó no solo evaluar, sino también derivar y acompañar a los niños hacia soluciones efectivas, reforzando el compromiso intersectorial de los ministerios de Salud y Educación.