lunes, mayo 6, 2024

Sandleris: "El que apuesta al dólar pierde"

La situación tiene cierto olor a algo ya conocido: después de todo, son muchos los momentos de la historia económica reciente en los que, luego de una crisis cambiaria con “overshooting” incluido, se genera un período de paz en el que el dólar no se mueve o incluso baja de precio.

Para una población acostumbrada al principio inquebrantable de que los pesos se usan para hacer las transacciones cotidianas y los billetes verdes son la moneda de ahorro, esto puede generar alguna confusión.

En estos días lo están viviendo quienes, en medio del pánico, compraron a $42 y ahora observan cómo se acerca aceleradamente al piso de la banda cambiaria que instrumentó el titular del Banco Central, Guido Sandleris.

Por eso siempre es relevante tener a mano información histórica que ayude a comprender cómo funcionan estos ciclos de calma cambiaria y, sobre todo, cuánto pueden durar y cuáles pueden ser los síntomas de que estén en un momento de agotamiento.

A lo largo de la historia reciente, hubo varios períodos en los que atesorar divisas no fue buen negocio. Uno de los más extensos fue durante la vigencia de la Convertibilidad, entre 1991 y 2001, cuando se ató el peso al dólar.

Y, luego de su estallido, el lapso de marzo de 2002 a mayo de 2009, tras aquel violento ajuste de la paridad cambiaria que llevó la cotización de $1 a casi $4 en cuestión de semanas.

Sin duda que la situación actual muestra similitudes con lo sucedido en ese momento: a partir de ese “overshooting”, y como consecuencia de la agresiva política monetaria implementada por el Banco Central de aquel entonces, que apeló a las Lebac con tasas del orden del 150% anual para cambiar las expectativas, la cotización comenzó a caer hasta un mínimo de $2,88 (mayo 2003). Recién en marzo de 2009 recuperó su nivel máximo anterior.

Más allá de la evolución nominal, si se mide el techo alcanzado en 2002 en términos reales, arrojaría un precio que traído al día de hoy superaría los $70.

En tanto, ajustado por IPC, el promedio mayo 2003-diciembre 2004 fue el más alto de la historia económica reciente: 40% por encima del actual, por lo que sería del orden de los $50.

Si se considera la forma en que evolucionó la cotización desde que se inició la corrida cambiaria a fines de abril hasta hoy día, queda claro que existen dos escenarios bien diferenciados en cuanto a los resultados.

¿Cómo se llega a esta conclusión? Muy sencillo: en base a la evolución del valor del billete verde frente al avance de los precios al consumidor.

Para el cálculo debe tenerse en cuenta la brecha entre la punta vendedora y la compradora ($2), que durante ese período se mantuvo estable. Ese monto ronda el 5,5%, que debe considerarse como un costo extra.

Tomando en cuentas estos factores, los claros ganadores han sido quienes “la vieron de entrada”: aquellos que compraron dólares por debajo de los $19 llevan acumulada una ganancia real del 21%.

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