Una cabo primera denunció que un agente de la Comisaría 37 de Árraga, ciudad del Departamento Silípica en Santiago del Estero, la habría besado en el cuello y posado sus manos a la altura de los pechos, según se desprende de una investigación a cargo del personal de la Departamental Nº 7 de Loreto.
Según informó El Liberal, de acuerdo con los voceros policiales, ambos policías quedaron a cargo de la guardia noche atrás, junto a dos compañeros más, incluido el jefe y, ya en horas de la madrugada, la cabo se paró junto a una ventana y el agente se habría abalanzado sobre ella, besándola con intensidad en el cuello, mientras sus manos buscaban sus pechos y hasta la habría rozado con sus genitales, por debajo de la cintura.
De inmediato, la funcionaria policial reaccionó a los gritos, empujó y lanzó al efectivo contra una pared, situación no culminó en un escándalo que pusiera en alerta a los otros dos efectivos, quienes terminaron la jornada ignorando lo que había sucedido.
El medio santiagueño señaló que la cabo, casada y con hijos, le relató lo sucedido a sus superiores y, pese al hermetismo en que el caso era instruido, trascendió (por protocolo) que la funcionaria será interrogada, al igual que el agente sospechado y los otros dos integrantes de la guardia.
Por otra parte, las fuentes deslizaron que la denuncia habría provocado un profundo cimbronazo en la Comisaría 37 de Árraga y, administrativamente, la guardia masculina sería sumariada y no se descarta que, preventivamente, al sospechoso se le prohíba trabajar en esta ciudad, ya que es improbable que pueda compartir un mismo espacio con la denunciante.
NA.