Un vuelo comercial de Azerbaijan Airlines, identificado como J2-8243 y operado con un Embraer 190, se estrelló este miércoles en las cercanías de la ciudad kazaja de Aktau. A bordo de la aeronave viajaban 62 pasajeros y cinco tripulantes. Según los primeros informes, se han encontrado sobrevivientes, aunque el alcance de sus lesiones aún no ha sido esclarecido.
El avión, que cubría la ruta entre Bakú y Grozny, transportaba pasajeros de varias nacionalidades: 37 ciudadanos de Azerbaiyán, 16 de Rusia, seis de Kazajistán y tres de Kirguistán. El accidente ocurrió cerca del aeropuerto de Aktau, cuando la aeronave, aparentemente, se incendió tras el impacto.
Operativo de emergencia en marcha
El Ministerio de Situaciones de Emergencia (MES) de Kazajistán desplegó rápidamente 52 efectivos y 11 unidades de equipo para trabajar en la zona del siniestro. “Las operaciones de extinción de incendios están en curso y los informes preliminares indican que hay sobrevivientes”, confirmaron fuentes oficiales del MES.
La aerolínea Azerbaijan Airlines emitió un comunicado en el que confirmó el incidente y prometió brindar información adicional a medida que avance la investigación.
Detalles previos al accidente
Según los registros de FlightAware, el avión despegó de Bakú 11 minutos antes de lo previsto y, mientras sobrevolaba el mar Caspio, emitió una señal de emergencia. Los medios azerbaiyanos informaron que el avión enfrentó dificultades para aterrizar en Grozny debido a la niebla, lo que obligó a desviarlo primero a Makhachkala y luego a Aktau.
Los investigadores señalaron como posible causa inicial del accidente el impacto de un ave, aunque esta hipótesis deberá ser confirmada por los equipos encargados de analizar la caja negra del avión.
El Embraer 190, diseñado para transportar entre 96 y 114 pasajeros según la configuración, cuenta con un rango de vuelo de hasta 4.500 kilómetros. A pesar de ser considerado un avión seguro y confiable, este modelo ha enfrentado incidentes aislados en el pasado.
Mientras las autoridades locales continúan las investigaciones, el siniestro pone de relieve los desafíos de operar vuelos en condiciones meteorológicas adversas y subraya la necesidad de una pronta intervención en emergencias para salvar vidas.