Una ópera prima misionera que explora el deseo, el silencio y la fe desde el interior de una casa
Durante un caluroso verano en la ciudad de Posadas, un adolescente queda solo en su casa mientras su madre y su tía viajan a Itatí para hacerle un pedido a la Virgen: que su hijo abandone sus “deseos pecaminosos”.
Desde esa premisa íntima, atravesada por el ritual, la religión y el despertar del deseo, se construye “El cuerpo sabe lo que está pasando”, el primer cortometraje profesional del joven realizador misionero Natal Cano Rojas.
La obra se filmó a inicios de mayo de este año, durante cuatro días, en una casa del emblemático barrio posadeño de Villa Sarita. “Para mí es un sueño poder ver materializado este proyecto y que un montón de gente esté soñando en ver lo mismo que ese guion”, expresó Natal, quien define su propuesta como una historia “que no se ancla en un realismo puro, sino que encuentra formas de licencias poéticas en la extrañeza del relato regional, con sus leyes difusas, las mixturas de creencias populares y la percepción de la adolescencia”.
El corto propone una narrativa sensorial donde el deseo y lo religioso conviven como tensión dramática. “La religión tiene como mucho ida y vuelta también con el discurso del deseo, del cuerpo. Mucho también con lo mágico, con la certeza y la fe, digamos”, reflexiona Natal, quien se inspiró en sus propias vivencias de infancia en Puerto Esperanza para escribir el guion.
Previo al rodaje, el proyecto tuvo un importante recorrido: el director comenzó a desarrollar la idea en el marco de su formación en la ENERC NEA, pasando luego por el Laboratorio de Escritura de Guion organizado en el año 2021 por la Gerencia de Capacitación e Investigación del Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones (IAAviM), con la tutoría de Sergio Acosta.
En 2023 obtiene el Premio al Mejor Guion de Ficción en el Festival Oberá en Cortos y, finalmente, es seleccionado en la convocatoria del Plan Integral de Fomento 2024 del IAAviM, en la categoría “Cortometraje de 1ra y 2da Obra”.
El actor Joaquín Scholler, quien interpreta al protagonista Mariano, valoró el proceso creativo previo al rodaje como un trabajo de profunda sensibilidad compartida: “Estuvimos meses con Natal, con el director, hablando mucho por videollamadas, haciendo preguntas, analizando”. Sobre su vuelta a un set de filmación luego de su trabajo actoral en el largometraje “Selva” (2021), expresó sentirse “feliz y muy agradecido”, sobre todo por ser parte de una nueva producción misionera.
La obra también destaca por su enfoque de producción, con un equipo técnico encabezado mayoritariamente por mujeres y diversidades, una decisión deliberada del director. De esta forma, la Dirección de Fotografía estuvo a cargo de Camila Acosta, experimentada camarógrafa obereña.
“Estoy muy agradecida y contenta por esta experiencia, por tener la oportunidad de formar un equipo de fotos de mujeres y diversidades, que un poco sale del taller de DF que impulsamos con la colectiva Mutar, entonces hoy tener la posibilidad de poner en práctica todo ese aprendizaje, la verdad que es muy gratificante”, sostiene Acosta.
Acerca de su trabajo junto al director, expresó que hubo un análisis previo intenso, “pensando las propuestas de luces, las escenas, para tratar de transmitir lo máximo posible la sensibilidad que tiene esta historia”.
En un contexto político y cultural atravesado por discursos de odio, El cuerpo sabe lo que está pasando emerge como una obra poética y política, que se atreve a interpelar desde lo íntimo y lo corporal.
“En este momento, que también es como bastante difícil para la cultura LGBT, para las personas LGBT, digamos, es como bastante sorprendente que un proyecto así se esté realizando, teniendo en cuenta que también a nivel nacional el cine está sufriendo la falta de fondos y mucho desamparo de parte del gobierno nacional, pero para mí fue como un alivio saber que la problemática que atravesaba este corto no fue un impedimento para que gane acá en la provincia”, concluyó el director.