miércoles, mayo 1, 2024

Se recrudece la guerra: Rusia acelera y Ucrania se plantea ceder territorio si no llega ayuda

En Kiev cunde el desánimo por la falta de armas y los ataques rusos a su sistema energético. Zelenski se plantea entregar territorio ante la falta de colaboración occidental, sobre todo de EEUU.

El objetivo de Rusia en la nueva fase de la guerra de Ucrania, cuando el Gobierno de Kiev empieza a dar preocupantes muestras de desánimo, es el sistema de infraestructuras críticas ucranianas. Los países europeos, reunidos en el Consejo OTAN-Ucrania, han mostrado su preocupación por el creciente uso ruso de misiles de difícil intercepción y buscan cómo aumentar el envío de sistemas antiaéreos a Kiev. Sin embargo, ante la mucha retórica y la lentitud de Bruselas, Ucrania pone sus últimas esperanzas en Estados Unidos, aunque estas también se están acabando.

“Si no hay apoyo de Estados Unidos, significa que no tenemos defensa aérea, ni misiles Patriot, ni bloqueadores para la guerra electrónica, ni rondas de artillería de 155 milímetros”, afirmó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en una entrevista con The Washington Post. Sin esa ayuda, “retrocederemos paso a paso”, reconoció el mandatario en referencia a los 60.000 millones de dólares que han quedado estancados en el Congreso y que no tienen visos de ser aprobados por la pugna partidista ante las elecciones presidenciales de noviembre.

Las circunstancias son complejas: la ayuda estadounidense está en vilo por el rechazo republicano a la política del presidente Joe Biden, mientras en Europa la falta de consenso y la burocracia están complicando la llegada con celeridad de municiones de artillería y sistemas antiaéreos. Los planes de asistencia europeos son a medio o largo plazo, pese a que la guerra se encuentra en un momento clave que no favorece precisamente a Ucrania.

“Si necesitas 8.000 disparos al día para defender la línea del frente, pero sólo tienes, por ejemplo, 2.000, entonces tienes que hacer menos”, explicó Zelenski. El presidente ucraniano sostiene que la única solución pasa por acortar la línea del frente. “Si este se rompe, entonces los rusos llegarán a las grandes ciudades”, afirmó.

La estrategia rusa de asfixiar la retaguardia ucraniana

La estrategia rusa complica más el asunto: mientras el frente de guerra se mantiene estático, salvo algunos pequeños avances rusos en Donetsk, el Kremlin apuesta por centrar su potencial aéreo y misilístico en la destrucción de las infraestructuras críticas civiles y militares de Ucrania. Rusia ha multiplicado sus ataques contra el sistema eléctrico, los depósitos de combustible, las centrales hidroeléctricas y el suministro de agua potable en todo el territorio. Un bombardeo masivo contra tres centrales térmicas este viernes dejó sin energía a buena parte del país y el Gobierno se vio obligado a establecer cortes de electricidad de emergencia.

El objetivo de Rusia en la nueva fase de la guerra de Ucrania, cuando el Gobierno de Kiev empieza a dar preocupantes muestras de desánimo, es el sistema de infraestructuras críticas ucranianas. Los países europeos, reunidos en el Consejo OTAN-Ucrania, han mostrado su preocupación por el creciente uso ruso de misiles de difícil intercepción y buscan cómo aumentar el envío de sistemas antiaéreos a Kiev. Sin embargo, ante la mucha retórica y la lentitud de Bruselas, Ucrania pone sus últimas esperanzas en Estados Unidos, aunque estas también se están acabando.

“Si no hay apoyo de Estados Unidos, significa que no tenemos defensa aérea, ni misiles Patriot, ni bloqueadores para la guerra electrónica, ni rondas de artillería de 155 milímetros”, afirmó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en una entrevista con The Washington Post. Sin esa ayuda, “retrocederemos paso a paso”, reconoció el mandatario en referencia a los 60.000 millones de dólares que han quedado estancados en el Congreso y que no tienen visos de ser aprobados por la pugna partidista ante las elecciones presidenciales de noviembre.

Las circunstancias son complejas: la ayuda estadounidense está en vilo por el rechazo republicano a la política del presidente Joe Biden, mientras en Europa la falta de consenso y la burocracia están complicando la llegada con celeridad de municiones de artillería y sistemas antiaéreos. Los planes de asistencia europeos son a medio o largo plazo, pese a que la guerra se encuentra en un momento clave que no favorece precisamente a Ucrania.

“Si necesitas 8.000 disparos al día para defender la línea del frente, pero sólo tienes, por ejemplo, 2.000, entonces tienes que hacer menos”, explicó Zelenski. El presidente ucraniano sostiene que la única solución pasa por acortar la línea del frente. “Si este se rompe, entonces los rusos llegarán a las grandes ciudades”, afirmó.

 

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