viernes, noviembre 7, 2025

Senasa actualiza las normas para chacinados y embutidos: nuevos límites y productos permitidos

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) aprobó una actualización del Reglamento de Inspección de Productos, Subproductos y Derivados de Origen Animal, mediante la Resolución 849/2025, publicada este viernes en el Boletín Oficial.

La medida introduce modificaciones en el capítulo referido a los chacinados, con el objetivo de adecuar las normas a los avances tecnológicos y a las prácticas actuales de la industria.

Según el texto oficial, firmado por la presidenta del organismo, María Beatriz Giraudo Gaviglio, la modificación responde a la necesidad de incorporar nuevos ingredientes que mejoren la funcionalidad de los productos sin alterar su genuinidad ni las expectativas del consumidor.

El Senasa consideró que la legislación vigente “carece de la especificidad y la actualización necesarias para contemplar las innovaciones del sector”, por lo que la reforma busca modernizar los parámetros de producción y control.

Proporciones y nuevos ingredientes autorizados

El nuevo artículo 16.5.12 del reglamento establece límites y proporciones para el uso de almidones y proteínas de origen vegetal y animal en la elaboración de chacinados:

-Almidón: hasta 5% en chacinados frescos, 3% en secos y 10% en cocidos.

-Proteínas vegetales (como soja texturizada, harinas o aislados proteicos): hasta 2% del peso total del producto terminado. Si el agregado supera ese porcentaje, hasta un máximo del 10%, deberá declararse en la etiqueta con la leyenda “...con soja” y especificar el porcentaje en la lista de ingredientes.

-Proteínas animales (como carne de cerdo en polvo, colágeno u otras proteínas): hasta 3% del peso total, con un límite máximo de 1% para colágeno.

Objetivo de la actualización

Desde el organismo señalaron que los cambios buscan “balancear la necesidad de optimizar ciertas cualidades funcionales sin perder el carácter identitario de los productos”.

Además, destacaron que el crecimiento del mercado mundial de proteínas vegetales, en especial la proteína de soja texturizada, impulsó su inclusión en la normativa por sus propiedades nutricionales y tecnológicas.

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