Rubén Tamis es técnico superior en Seguridad Vial, instructor de manejo y capacita a agentes de tránsito, además de estar al frente de una autoescuela con doble comando. Desde su experiencia, advirtió sobre la situación que atraviesa Misiones en materia de siniestralidad.
En lo que va de 2025, la provincia ya superó los 200 fallecimientos por hechos viales, igualando la cifra de todo el año anterior, cuando se registraron 205 víctimas fatales.
Ante este escenario, en su visita al streamig de Códigos recomendó la declaración de una emergencia vial que permita implementar medidas coordinadas y urgentes para frenar el flagelo, bajando la cantidad decesos, que es lo que urge hoy.
El especialista explicó que lo que ocurre en las calles y rutas no son “accidentes”, un término que implica hechos fortuitos o inevitables, sino “siniestros”, con causas previsibles y evitables.
Aclaró que el 80% de los siniestros viales en Argentina ocurren por impericias, negligencias o imprudencias de los conductores. Además, destacó un dato duro: por cada persona fallecida hay al menos cinco con heridas o secuelas permanentes que afectan su calidad de vida y la de sus familias.
“Hace dos semanas según la Agencia Nacional de Seguridad Vial estábamos cerca de los 200 fallecidos en el año. Ya habremos llegado a esa cifra”, señaló, lo que refleja que el problema se agrava año a año. Para él, esta realidad exige una respuesta firme del Estado, que debe combinar tecnología, controles rigurosos y una mejora en la conciencia vial.
“El 90% de los siniestros ocurren por el factor humano”
Tamis remarcó que el factor humano es el causante del 90% de los siniestros viales en Misiones. Apenas un 5% corresponde a fallas mecánicas y otro 5% a factores ambientales. A nivel global, la velocidad es la principal causa de muertes, pero en la provincia, el problema más recurrente está en no respetar la doble línea amarilla continua, que prohíbe sobrepasar y circular sobre ella.
Esta infracción es especialmente riesgosa en las rutas de Misiones, donde la señalización es buena pero las características del terreno incluyen cambios de rasante y curvas que suelen sorprender a conductores, en especial a turistas. “El propio misionero pierde noción de estas condiciones y circula con imprudencia, lo que termina costando vidas”, sentenció.
De cada 10 siniestros viales en Misiones, 7 involucran motocicletas. Tamis lamentó que no exista conciencia suficiente respecto a la seguridad de quienes manejan los rodados menores y criticó actitudes peligrosas, como subir bebés a estos vehículos, una práctica que calificó de criminal. También alertó sobre la falta de protección en los autos, donde niños viajan en el asiento delantero, poniendo en riesgo sus vidas en caso de activación del airbag, que desde 2014 es obligatorio y se despliega con gran fuerza.
Tecnología, controles y formación
Entre las soluciones, Tamis ponderó la importancia de aprovechar la tecnología disponible en Misiones, que incluye radares y drones, para fortalecer el control del tránsito y la detección de infracciones. A su vez, planteó la posibilidad de reemplazar los operativos con conos y puestos fijos por patrullajes móviles con bicicletas, motos de baja cilindrada y monopatines para una cobertura más dinámica y efectiva.
La Policía de Misiones refuerza sus controles viales con drones y monitoreo en rutas
Además, recomendó la creación de un centro de monitoreo que concentre las imágenes de todas las cámaras urbanas de Posadas, con personal capacitado para intervenir y prevenir siniestros en tiempo real.
En cuanto a la legislación y sanciones, afirmó que la licencia de quienes crucen la doble línea amarilla deben retenidas inmediatamente, sin advertencias previas. “Esta medida busca salvar vidas y frenar conductas imprudentes. Quien tiene licencia debe conocer perfectamente la ley y actuar en consecuencia, por lo que no se justifica tolerar faltas graves”, acentuó.
Respecto a la formación de conductores, insistió en la necesidad de que las autoescuelas cuenten con vehículos de doble comando y profesores capacitados. Denunció que muchas personas enseñan a conducir sin la preparación necesaria, lo que contribuye a la inseguridad vial. Agregó que cinco clases de una hora son suficientes para que la mayoría aprenda a manejar correctamente, pero advirtió que quienes creen saberlo todo desde el inicio son los alumnos más difíciles.
Generar conciencia y uso del celular
Tamis propuso además que en la costanera de Posadas se instale un monolito con un auto realmente chocado, acompañado de mensajes claros que apelen a la conciencia, como “Respeta las velocidades” o “Él miró su teléfono a 110 kilómetros por hora”.
En relación al uso del celular al conducir, explicó que tener el teléfono en un soporte no es motivo de multa, ya que la ley permite sacar una mano del volante para activar comandos, siempre y cuando se mantengan ambas manos al volante la mayor parte del tiempo. Sin embargo, si el conductor toma el teléfono para consultar la hora o manipularlo, se configura una infracción porque distrae y entorpece la conducción, concluyó.