Desde que se declaró la pandemia, las automotrices argentinas comenzaron a colaborar con el Gobierno y empresas privadas para aumentar la capacidad de producción de respiradores artificiales y otros equipos de alta demanda en la actual situación. Algo similar a lo que sucede en otros países en donde las distintas marcas, con sus plantas paradas por las restricciones de aislamiento social, están volcando sus fábricas a este fin.
En la Argentina, todas las terminales están llevando adelante diferentes iniciativas. Tal como adelantó Ámbito Financiero, Toyota es una de las empresas que tiene uno de los proyectos en marcha y es, por el momento, el que está más avanzado. La idea es utilizar las instalaciones de la planta de Zárate para producirlos. No se trata de equipos de alta complejidad sino de soportes respiratorios mecánicos de atención médica de urgencia. Los respiradores artificiales de alta complejidad deben ser producidos por empresas especializadas que ya estén habilitadas por la autoridad sanitaria a nivel nacional. En el país hay dos fabricantes radicados en la provincia de Córdoba que están con su capacidad de producción al máximo.
El viernes pasado, la automotriz japonesa realizó una teleconferencia entre sus autoridades para analizar distintos temas entre los que se trató el avance de este proyecto. Según se informó en esa reunión “virtual”, el plan de la terminal es poder producir unos 1.000 equipos por día. “Desde Ingeniería de TASA están colaborando con producción de respiradores manuales que, con ayuda de universidades, pueden en unos 10 días producir 1.000 respiradores por día” señala la minuta interna. Desde la compañía prefirieron no hacer declaraciones oficiales. “No queremos generar falsas expectativas” dejaron trascender. Si bien no hay mayores precisiones, la circular interna permite saber, al menos, cuál es el plan de producción en el que están trabajando. En ese texto se habla de un plazo de 10 días, esto sería a partir de que el equipo esté en condiciones prácticas y legales de fabricarse. Por el momento están desarrollando el primer prototipo. A partir de se finalización, tiene que ser presentado y aprobado en la ANMAT. Una vez que cuente con el visto bueno (el tiempo para ese trámite varía según la urgencia que se le imprima) comenzarían a correr esos 10 días. Según el ritmo de producción estimado y suponiendo que se trabajara incluso los fines de semana, la fabricación podría llegar a 30.000 equipos en un mes. Estos soportes respiratorios son los que se utilizan, por ejemplo, en ambulancias que cuentan con una mascarilla y una vejiga de goma que se acciona manualmente. La idea es implementar un sistema mecánico accionado por un motor que, en lo que se está probando, es del limpiaparabrisas que utilizan en la producción de vehículos.
El resto de las terminales están trabajando en proyectos propios pero la energía, principalmente, está puesta en colaborar con los dos fabricantes de respiradores artificiales que tienen un cuello de botella en la producción por falta de insumos que son importados.
La asociación que agrupa a las terminales (ADEFA) comunicó las distintas medidas que están realizando las empresas del sector en medio de esta pandemia. Son las siguientes:
Colaborar a nivel de ingeniería de procesos (Know how), para acompañar y potenciar la producción de empresas fabricante de insumos médicos
Producción y abastecimiento de partes a proveedores de respiradores, para contribuir a mejorar su capacidad.
Donación de insumos médicos (barbijos, mamelucos, camisolines, etc).
Préstamo de grupos electrógenos para hospitales y hospitales de campaña, junto a la guardia técnica correspondiente para asegurar el correcto funcionamiento de los equipos.
Préstamo de flota –más de 100 vehículos- a disposición de hospitales, movimientos humanitarios, organismos oficiales y ONG que trabajan con grupos vulnerables para atender las necesidades de traslado de voluntariado e insumos médicos.
Fuente: Ámbito