La renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque de diputados nacionales del Frente de Todos en rechazo al principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) genera cimbronazos que preocupan a la Casa Rosada.
Es que la decisión del hijo de Cristina Kirchner abre una incógnita sobre cómo podría votar un sector duro del bloque de diputados K un eventual acuerdo con el FMI.
De hecho este martes el diputado Leopoldo Moreau confirmó que un sector del bloque K intentará modificar los detalles del acuerdo. “Está lleno de peligros”, señaló en diálogo con Radio 10. “Se supone que se va a discutir y para eso va al Congreso”, agregó.
La decisión de Máximo Kirchner podría romper con la “disciplina partidaria” del bloque
La decisión de Máximo podría romper con la conocida “disciplina partidaria”, es decir, votar a favor de un proyecto -aunque el legislador esté en desacuerdo- solo porque beneficia los intereses del espacio que representa.
“Lo que puede pasar es que muchos que se sentían presionados por la disciplina partidaria seguramente ahora se van a sentir liberados para votar a conciencia. Es un tema muy trascendente”, dijo un importante diputado del bloque del Frente de Todos.
Aunque cerca del Diputado aseguraban que la decisión de Máximo Kirchner no afectaría al bloque, las diferencias tardaron menos de 24 horas en quedar expuestas.
Incluso luego de conocerse la noticia de su renuncia, desde el kirchnerismo rápidamente lanzaron la versión de que hasta la propia Vicepresidenta estaba en desacuerdo con su salida de la presidencia del bloque. El Presidente lo confirmó en una entrevista televisiva.
“Es una decisión de Máximo, no de Cristina Kirchner”; “Ellos piensan distinto”, “los votos en el Congreso están”, repetían cerca del diputado.
Las voces que daban cuenta de esta versión lo hacían para transmitir de calma en medio de una nueva ruptura y otra carta en la que se lanzaban duras críticas hacia Alberto Fernández y su ministro de Economía Martín Guzmán.
Fuente: TN