Desde la Policía difundieron la imagen y hasta hicieron un chiste al respecto.
La persona aceleró su automóvil hasta los 54 kilómetros por hora en una zona donde velocidad máxima permitida es de 30.
En esa zona de Viersen (Nordrhein-Westfalen, Alemania) dicha falta se controla de manera electrónica y el resultado es una fotomulta.
Todo hacía indicar que el o la conductora recibiría su merecido a través de la infracción, pero la suerte estuvo de su lado y no debió pagar los 105 euroscorrespondientes (casi 5300 pesos argentinos).
¿Por qué? Porque en el exacto momento en que la cámara de la Policía lanzó la instantánea, un ave -al parecer una paloma- se posó sobre el vidrio delantero del Renault Twingo.
De esa manera, el rostro de la persona que manejaba no pudo identificarse y ello motivó de anulación de la multa según la legislación loca.
Desde el departamento de Policía de Viersen difundieron la imagen y, con humor, añadieron que “el Espíritu Santo” le dio una mano al conductor o conductora.