Se trata de un vuelo que iba de Iguazú a Buenos Aires de la empresa low cost Flybondi, esta vez fue una falla en la presurización y obligó a un descenso de emergencia durante un vuelo que unía los aeropuertos de Iguazú y El Palomar.
Informaron desde la aerolínea, que el problema se suscitó a la altura de Corrientes. Detectada la falla, y tal como indican los protocolos de seguridad, la aeronave debió descender desde los 35.000 a los 10.000 y continuar su vuelo a esa altitud.
“La aeronave llego a su destino programado, Palomar donde se activaron los servicios auxiliares de tierra, lo que evidencia el peligro en el cual se encontró la aeronave que descendió unos 25 mil pies desde su altura de crucero para continuar la operación a solo 10 mil pies de altura”, detalló el sitio Aviación en Argentina.
En la jornada anterior, una falla técnica en Bariloche obligó a demorar varias horas un vuelo. En ese caso, se tardó en solucionar el problema porque el técnico que trabajaba en el lugar había sido despedido, y tuvieron que trasladar a uno desde otra ciudad.