jueves, febrero 6, 2025

Un proyecto llevó al Instituto Superior Yabotí de Garupá a la cima nacional

Estudiantes de segundo año del Instituto Superior Yabotí realizó un proyecto que unió creatividad, compromiso y tecnología. Lo que comenzó como una tarea del área de tecnología terminó siendo reconocido en la Feria Nacional de Ciencias, llevándolos a representar a Misiones y obteniendo una mención destacada.

El desafío partió de una pregunta sencilla: cómo integrar a niños con discapacidades motrices al juego, respetando sus derechos y necesidades. Los estudiantes detectaron una problemática cotidiana: muchos juguetes no son accesibles para niños con movilidad reducida. La solución que idearon fue ingeniosa y práctica, adaptar juguetes con pulsadores diseñados específicamente para diferentes capacidades.

El proceso fue integral. Los estudiantes empezaron creando prototipos con materiales de bajo costo y fáciles de encontrar: esponjas de cocina, tapitas de shampoo, caños y picos de botellas. En poco tiempo, lograron diseñar pulsadores que podían activarse con el pie, la cabeza o incluso con un movimiento leve de la mano. Su enfoque iba más allá de la tecnología, buscaban incluir a todos los niños en un mismo juego, sin distinción.

Un camino de aprendizajes y reconocimiento

La participación en la Feria Nacional no fue fortuita. Desde el nivel escolar hasta el provincial, los estudiantes avanzaron con su propuesta, compitiendo con más de 8.000 proyectos. Finalmente, representaron a Misiones en Buenos Aires, donde obtuvieron el primer puesto en la categoría secundaria, ciclo básico.

Jerónimo Manzur y Alan Avellaneda, los encargados de defender el proyecto en la instancia nacional, convencieron a los evaluadores y también a referentes de distintas áreas. “Estos son el tipo de proyectos que necesitamos”, les dijo una especialista en inclusión, dejando abierta la puerta para nuevos apoyos y colaboraciones.

Más allá del reconocimiento, el proyecto transformó la dinámica en el aula. Los estudiantes se involucraron profundamente, mejoraron sus calificaciones y ganaron confianza. “El cambio fue notable, tanto en ellos como en sus familias”, destacó la docente Gladys Dos Santos que guió el proyecto.

El próximo paso será incorporar herramientas de robótica para perfeccionar las adaptaciones, pero la esencia ya está definida: una apuesta por la inclusión y el trabajo colaborativo que trasciende los límites del aula.

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